La ligera ventaja de Buttigieg en las asambleas de Iowa fue más que suficiente para ser el objetivo principal de ataques en el debate demócrata de este viernes.
Los cuestionamientos, más que mermar su figura, intentaban probar la resistencia y la astucia de un candidato joven frente a los otros más experimentados.
«No podemos resolver los problemas que tenemos ante nosotros mirando hacia atrás», dijo Buttigieg. «Tenemos que estar listos para pasar la página».
Buttigieg, un exoficial de inteligencia militar, se vio cómodo hablando de asuntos exteriores, del asesinato del General iraní Qasem Soleimani por parte de la Administración Trump.
Pero la senadora de Minnesota, Amy Klobuchar, no dudó en menospreciar su juventud como una desventaja.
«Tenemos (ahorita) a un novato en la Casa Blanca, y mira a dónde nos ha llevado», lanzó la Senadora Klobuchar, de 59 años, en referencia al Presidente Donald Trump.
«Necesitamos a alguien con experiencia (para derrotar a Trump). Estoy preocupado por el Alcalde Pete», dijo el multimillonario Tom Steyer, de 62 años y quien, sin embargo, carece de experiencia en política.
El problema fue cuando se le preguntó sobre un aumento en los arrestos de personas afroamericanas por posesión de marihuana en su ciudad después de convertirse en alcalde.
Buttigieg comenzó a denunciar el racismo sistémico, pero pareció reconocer que no podía escapar de él en la ciudad que él manejaba.
«¿Cree que la respuesta que el Alcalde dio es sustancial?», cuestionó la moderadora a la Senadora Warren.
«No. Tienes que reconocer los hechos», respondió la legisladora por Massachusetts.