Las Fuerzas Armadas de Brasil comenzaron hoy a patrullar las calles de Fortaleza, capital regional del estado de Ceará, y su región metropolitana para suplir la falta de la Policía militarizada, cuyos agentes están en huelga para exigir un aumento salarial.
El Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, atendió el jueves la petición del gobernador Camilo Santana para enviar a militares al estado de Ceará y poner fin a la falta de seguridad que hay desde el inicio de la huelga el pasado martes, lo cual ha provocado un aumento de los homicidios.
La Secretaría de Seguridad Pública y Defensa Social informó que del martes al jueves se registraron 51 asesinatos en Ceará, casi cuatro veces más que el promedio diario de 2020 de seis homicidios diarios.
La Policía Militarizada de Ceará inició el martes una huelga indefinida para reclamar un aumento salarial del 32 por ciento.
A pesar de que la ley brasileña prohíbe al cuerpo policial declararse en huelga, los agentes permanecieron en los cuarteles y dejaron de patrullar las calles de la región.
Debido a ello, el Ministro de Justicia y Seguridad Pública, Sérgio Moro, autorizó el miércoles el envío de la Fuerza Nacional, un cuerpo de élite, a Ceará.
El jueves por la noche, representantes de la Policía militarizada se reunieron con una comisión de senadores para poner fin a la huelga, aunque no hubo acuerdo.
Por el momento, tres policías militarizados fueron detenidos y más de 300 son investigados, según el Gobierno de Ceará.