El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha retomado este martes sus reuniones con mandatarios extranjeros en La Moncloa. Tras el parón en las visitas bilaterales que caracterizó la época del Gobierno en funciones, Sánchez ha recibido al presidente argentino, Alberto Fernández, el primer mandatario extranjero que se ve con el líder socialista desde que este fue investido en enero. Ambos han acordado «dar un importante impulso a las relaciones bilaterales, ahora de la mano de dos Gobiernos progresistas», según un comunicado oficial. El presidente español le ha trasladado también a su homólogo argentino su solidaridad «para superar la difícil situación económica y social» que vive el país y su «respaldo en el proceso de renegociación de la deuda» con el Fondo Monetario Internacional (FMI). «Me ofreció su sincero apoyo para que la Argentina pueda salir adelante y ponerse de pie», ha confirmado Fernández en su cuenta de Twitter.
Los lazos entre ambos países son estrechos. España es el segundo inversor mundial en el país latinoamericano, donde operan más de 300 firmas españolas. Argentina es el tercer destino de las exportaciones nacionales a Latinoamérica y alberga a la mayor comunidad española en el mundo, con casi 500.000 personas. Fernández también ha precisado a Sánchez que Ricardo Alfonsín, hijo del expresidente Raúl Alfonsín, será el próximo embajador argentino en España.
El presidente de Argentina, que tomó posesión el pasado diciembre, ha elegido Europa como destino de su primera gira exterior para sumar voluntades en su plan para renegociar la deuda externa que Argentina ha iniciado con el Fondo Monetario Internacional y sus acreedores privados. Antes de reunirse este martes con Sánchez, Fernández ya se vio con el Papa Francisco, el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte; y la canciller alemana, Ángela Merkel. Este miércoles, además, verá en París al presidente francés, Emmanuel Macron.
El líder peronista ya ha dicho en varias ocasiones que no puede asumir los compromisos pactados con los acreedores por Mauricio Macri, su predecesor en el cargo. Tras el multimillonario rescate de 2018, Argentina debe al FMI 44.000 millones de dólares (algo más de 39.800 millones de euros, una cifra que lo convierte en el principal deudor con el organismo multilateral). Esa es la cantidad que el organismo ya había desembolsado de los 57.000 millones acordados con el Gobierno anterior de Macri. En agosto del año pasado, cuando el cuadro macroeconómico argentino saltó por los aires, el FMI cortó los pagos. Una vez en el poder, Fernández rechazó cualquier nuevo desembolso con el argumento de que solo serviría para aumentar más una deuda que ya se había vuelto impagable. El líder peronista debe ahora renegociar con el FMI un nuevo cronograma de pagos, mientras habla con los acreedores privados.
En la víspera del inicio de la gira de Fernández a Europa, el Ministerio de Economía argentino publicó el cronograma de las negociaciones con el FMI y el resto los tenedores de bonos argentinos, dos conversaciones que, por difícil que parezca, pretende llevar en paralelo. Febrero será un mes clave en el proceso: Argentina discutirá con los bonistas posibles escenarios de quita de capital y prórrogas de intereses mientras espera, para el día 12, la llegada de una misión de los hombres de negro a Buenos Aires. Según los planes argentinos, la oferta definitiva estará lista en marzo. Luego se verá la adhesión que logra entre los inversores privados y se avanzará en el inicio de los pagos reprogramados.
El nuevo líder argentino ya se reunió con Sánchez en Madrid el pasado septiembre, cuando aún era candidato presidencial. Tras el encuentro de La Moncloa, Fernández fue recibido por el Rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela, un encuentro al que asistió la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya. El Gobierno español subrayó que los dos países comparten «retos comunes» como el cambio climático, la igualdad entre hombres y mujeres y la defensa del multilateralismo, entre otros. Y el presidente argentino destacó el «vínculo inquebrantable» de su país con España.
Coincidiendo con la visita de Fernández, el Gobierno argentino ha designado este martes al dirigente radical Ricardo Alfonsin, hijo del fallecido expresidente Raúl Alfonsín (1983-1989), como nuevo embajador en España. Abogado, de 68 años, Alfonsín ha sido diputado nacional entre 2009 y 2017 y legislador de la provincia de Buenos Aires entre 1999 y 2003. Es una de las figuras más relevantes de la centenaria Unión Cívica Radical (UCR), aunque en los últimos años, cuando esta fuerza política integró la alianza del Gobierno del conservador Mauricio Macri (2015-2019), Alfonsín estaba en las filas de los radicales que criticaban esa coalición. En las elecciones de 2011 fue candidato a presidente de Argentina por la Alianza Unión para el Desarrollo Social, una coalición entre radicales y peronistas disidentes al entonces Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015).
Fuente: El País