China intensificó el domingo las medidas para contener la epidemia de coronavirus y apuntalar una economía golpeada por las restricciones a los viajes y el cierre de negocios, cuando se informó de la primera muerte por la enfermedad fuera del país.
Un hombre chino de 44 años de la ciudad central de Wuhan, el epicentro de la epidemia, viajó a Filipinas y murió el sábado en un hospital de Manila, dijo el Departamento de Salud local.
Unas 304 personas han muerto en China, dijo el domingo la Comisión Nacional de Salud del país, y las infecciones en China aumentaron a 14 mil 380 el sábado, su mayor aumento diario.
Hay reportes de al menos otros 171 casos en más de dos docenas países y territorios, incluidos Estados Unidos, Japón, Francia, Alemania, Vietnam, Tailandia, Hong Kong y Gran Bretaña.
China ha quedado cada vez más aislada porque los países han introducido restricciones a los viajes, aerolíneas han suspendido sus vuelos y los gobiernos evacuan a sus ciudadanos, lo que eleva el riesgo de frenar aún más a la segunda economía del mundo.
El banco central de China dijo que inyectaría una fuerte liquidez de 1.2 billones de yuanes (173 mil 800 millones de dólares) en los mercados a través de operaciones de repos reversos el lunes, mientras el país se prepara para reabrir sus mercados de valores después de un feriado extendido por el Año Nuevo Lunar.
Las autoridades se han comprometido a usar diversas herramientas de política monetaria para garantizar la liquidez y apoyar a las empresas en dificultades.
En Pekín, algunos centros comerciales permanecían abiertos, pero el personal fuera ofrecía tomar las temperaturas a los clientes. Muchas otras tiendas y cafés en la capital decidieron cerrar.
Prefiero trabajar que quedarme en casa y no hacer nada», dijo Wu Caixia el trabajador de un restaurante de 32 años en la capital.
El virus ha impedido una serie de eventos deportivos en China. Los organizadores de la Fórmula E dijeron el domingo que habían desistido de realizar una carrera en la ciudad de Sanya el próximo mes.
Los datos chinos sobre la cantidad de infecciones y muertes sugieren que el nuevo coronavirus es menos mortal que el brote del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) de 2002-2003, que mató a casi 800 personas de las aproximadamente 8.000 que infectó, pero las cifras pueden evolucionar rápidamente.
Fuente: Excélsior