Autoridades francesas sancionaron a la multinacional Apple con 25 millones de euros (más de 27 millones de dólares) por ralentizar los iPhone 6, SE o 7, mediante una actualización que en 2017 desaceleró el funcionamiento de los dispositivos inteligentes.
Ante las quejas de los usuarios por el daño a esos celulares, la asociación HOP interpuso una demanda a la Dirección General de Competencia, Consumo y Prevención del Fraude, la que concluyó que la multinacional era responsable, indicó LeParisien.
La autoridad concluyó que los consumidores deberían haber sido informados del riesgo de la actualización, lo que constituye una práctica comercial engañosa por omisión y se determinó la sanción económica, además de que debe publicar un comunicado de prensa con la información en su sitio web de Francia.
Como los usuarios ya no pudieron regresar a la versión anterior del sistema operativo, “se vieron obligados a cambiar sus baterías o incluso a comprar un nuevo dispositivo”, anota en un comunicado la Dirección de Competencia, según el sitio RT.
Por su parte, la compañía estadounidense acordó pagar la sanción y explicó a LeParisien que su objetivo siempre ha sido crear productos seguros que duren el mayor tiempo posible. Desde finales de 2017 se disculpó y ofreció a los propietarios del iPhone 6 descuentos en baterías.