Integrantes de la familia LeBarón visitaron este martes a los padres de los dos menores que fueron asesinados la tarde-noche del domingo en la comunidad de Tomás Gomez, perteneciente al municipio de Cocula, en Guerrero.
Ahí se comprometieron a dar acompañamiento al caso y reiteraron que en Guerrero existe una crisis humanitaria generada por la violencia.
Julián, Adrián y Brian, miembros de la familia LeBarón, originaria de Chihuahua y que en noviembre pasado fue víctima de un ataque armado en el que perdieron la vida tres mujeres y seis niños, llegaron ayer por la noche a Iguala y esta mañana se trasladaron al basurero de Cocula, primer lugar donde fueron buscados los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en septiembre de 2014.
En ese lugar un activista les explicó el contexto de la llamada “verdad histórica”, construida en su momento por el exprocurador de la república, Jesús Murillo Karam, versión que finalmente fue desmentida tras la intervención de organismos internacionales.
“Esto es un símbolo de la impunidad que estamos viviendo, es un símbolo del fracaso de nuestro sistema judicial”, expresó Brian LeBarón, quien críticó que las autoridades federales minimicen los llamados de auxilio de las comunidades que son víctimas de la delincuencia.
“Es impresionante escuchar al gobierno decir que es exagerado que visitemos Guerrero. Pero yo creo que si le preguntamos a las víctimas, a la gente que vive con miedo, a la gente que tiene que pagar piso, yo creo que ellos no van a pensar que es exagerado decir que aquí hay una crisis humanitaria”.
Posteriormente se trasladaron al domicilio de los padres de Alexis, de 16 años, y Adilene, de 13 años, quienes la tarde del domingo fueron asesinados a balazos cuando estaban dentro de un automóvil en Tomás Gómez, presuntamente por sujetos armados que se trasladaban en una moto.
En la vivienda son velados los cuerpos de los menores, quienes eran hermanos y ayudaban en los gastos de su hogar vendiendo tacos y fruta sobre la carretera Iguala–Cocula.
Los LeBarón expresaron su solidaridad a los padres de las víctimas y les ofrecieron apoyo jurídico para presentar las denunciascorrespondientes y presionar a las autoridades.
Adrián LeBarón criticó que pese a la gravedad del crimen, por tratarse de dos menores, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas(CEAV) no se haya comunicado con la familia.
“Es momento de no abandonar a la familia, de acompañar su dolor. Aquí es donde deberían estar las autoridades brindando apoyo a las víctimas”.
Fuente: Excélsior