El reportaje realizado por José Córdoba y Sadie Gurman para el The Wall Street Journal, detalla que el procurador estadounidense, William Barr impulsó el cambio de estrategia, pues desde su visita en diciembre 2019 se han realizado 37 extradiciones, cuando en todo el 2018 se hicieron solamente 58.
Además, los más de 36 mil homicidios y el asesinato de los nueve ciudadanos estadounidenses ocurrido en Sonora, miembros de la familia LeBaron y Langford, también ayudó a acelerar este cambio de táctica, pues Donald Trump amenazó con designar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas.
Por su parte, López Obrador siempre ha insistido en no combatir el fuego con el fuego y su política de seguridad se ha basado en “Abrazos, no balazos”, pero debido a las presiones esto ha tenido que cambiar.
De acuerdo con la investigación, la Marina es la única institución en la que el gobierno de Estados Unidos confía, por esta razón, se han puesto al frente de esta lucha contra el narco.
“Regresar a los marinos al frente de la guerra contra el narcotráfico es un giro para el líder mexicano, quien en campaña mantuvo la idea de que los anteriores gobiernos habían cometido un error al arrestar a los líderes de los cárteles, lo que generó sangrientas batallas y elevó la tasa de homicidios”, señaló el reportaje.
Cabe recordar que esta no es la primera vez que Estados Unidos presiona nuestro país, pues anteriormente se advirtió con imponer aranceles a productos mexicanos si no se reducía el flujo migratorio.