Un rumor se esparció este mes en San Francisco vía WeChat, una app china de mensajería y redes sociales, de que los empleados de diversos negocios en barrios chinos eran portadores del potencialmente mortal coronavirus.
Uno de los negocios era AA Bakery and Cafe, un pilar del barrio chino que usualmente tiene una línea de clientes formados fuera de la puerta.
Tras el rumor, el barrio se convirtió en una ciudad fantasma.
«Hubo alguien que esparció un rumor completamente falso, el cual desmintió nuestro Departamento de Salud Pública», dijo el supervisor de la ciudad, cuyo distrito incluye el barrio chino. «Hay sospechas en la comunidad sobre quién lo hizo, y se dice que fue un competidor quien esparció los rumores».
En barrios chinos de Londres a Boston a San Francisco, dueños de negocios y de restaurantes reportaron graves bajas en las ventas en las semanas en las que funcionarios chinos identificaron el nuevo coronavirus, primero detectado en Wuhan a finales de diciembre.
La abrupta baja en los negocios, presuntamente de hasta 70 por ciento en el barrio chino de Manhattan, no sólo está basado en el miedo de contraer el virus, según los dueños, también se debe a la disminución de turistas porque las aerolíneas cancelaron los viajes a China continental.
Pero así como destaca el caso de AA Bakery, el brote ha generado otra fuente de estrés en las comunidades chinas: operadores que aparentemente han usado la crisis para sabotear a los competidores.
«Si hay algo de plata viviendo en la, de otra forma conducta abominable, no se trató de xenofobia», opinó Peskin, «fue una mentira malvada».
El brote también ha generado nuevas preocupaciones sobre los viejos prejuicios contra aquellos con ascendencia china.
Hay reportes de que estudiantes universitarios que no eran asiáticos están evitando a sus contrapartes asiáticas.
Restaurantes en Corea del Sur, Japón, Hong Kong y Vietnam se han negado presuntamente a admitir clientes chinos.
Personas con descendencia asiática han reportado accidentes en los que han sido acusados de esparcir el virus.
Otros funcionarios públicos han estado repitiéndole a los residentes que no hay nada que temer.
Están intentando esparcir este mensaje a través de todo canal posible, incluyendo medios de lengua china.
Líderes de la ciudad están apareciendo en grandes eventos para reforzar el mensaje.