El día a día cambió de súbito para Jorge Vázquez Lujano, un mexicano que vive en Wuhan, epicentro del brote del coronavirus.
Las autoridades chinas cancelaron vuelos, trenes, festivales y actividades al aire libre, dejando a Wuhan en cuarentena. El coronavirus ha dejado hasta ayer 41 personas muertas y casi mil 300 contagiados en China.
Jorge y sus compañeros de dormitorio son revisados constantemente en su estado de salud y temperatura corporal por personal de la Universidad.
«Nos agarró de sorpresa a todos. Hay preocupación, es una situación alarmante, en cualquier momento se dispara el contagio y, con el número de personas habitando aquí, sería una epidemia en cuestión de días», expresó.