El guacamole es una receta de origen azteca que ahora es uno de los platos más populares en los restaurantes mexicanos en EE.UU.
Un súper tazón de guacamole es uno de los centros de mesa infaltable en el domingo del Super Bowl.
El popular plato de aguacate es uno de los aperitivos estrella de los fanáticos del fútbol americano en Estados Unidos, donde cada año se venden más de 100.000 toneladas en las primeras cinco semanas del año.
Los enormes beneficios para la economía mexicana del Super Bowl, la gran final del fútbol americano
En Michoacán, México, unos 26.000 productores cosechan 134.000 hectáreas de aguacate de exportación.
«Nos dimos cuenta que en los playoffs, en las finales de la NFL, se consumía mucho ‘guacachips'», dice a BBC Mundo Gabriel Villaseñor, presidente de la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (APEAM).
El plato de «guacachips» es la expresión en inglés de guacamole con chips o totopos, como se le llaman en México a los trozos de tortilla frita que sirven para degustar el aguacate.
República Dominicana, Perú, Chile y el estado de California (EE.UU.) son los otros proveedores del mercado estadounidense.
El guacamole es un plato cuya receta proviene de la época prehispánica de México.
Su nombre proviene de la conjunción de ahuacatl, la palabra de la lengua náhuatl para la palta, y «molli», que significa salsa. El ahuacamolli o guacamole, entonces, significa literalmente salsa de aguacate.
En Estados Unidos es uno de los aperitivos favoritos de los restaurantes de comida mexicana.
Nielsen, una de las principales consultoras de estudios de mercado y consumo en EE.UU., atribuye su popularidad al crecimiento que se ha registrado en el país de los «consumidores multiculturales».
Un mortero llamado «molcajete» en México es la herramienta tradicional para hacer guacamole.
Ellos son personas que tienen un origen cultural variado, ya sea por sus ancestros o por las relaciones que hacen en los lugares donde viven con otras culturas, y que influencian a otros consumidores.
«En Estados Unidos es muy notable la influencia de la cultura latina, principalmente en música, baile y comida», explica Nielsen en un informe de 2015.
«Hemos visto un crecimiento importante en la compra de productos de consumo como tequila, tamales, aguacates, guayabas, limón verde, guacamole, carnitas, entre otros, y no precisamente impulsado por los latinos, sino por los consumidores no hispanos», añade.
El guacamole se ha beneficiado de esa dinámica de consumo multicultural, la cual Nielsen identifica como la de «mayor crecimiento en la economía» estadounidense.
A pesar de su popularidad en los últimos años, hasta hace dos décadas los compradores estadounidenses no tenían acceso al aguacate mexicano.
El gobierno de EE.UU. mantuvo una prohibición a las importaciones de aguacate procedente de ese país durante 87 años, de 1914 a 1997, porque se consideraba que representaba un riesgo para la agricultura.
«En 1997 se comprobó que el estado de Michoacán estaba libre del gusano barrenador», explica Gabriel Villaseñor de la APEAM.
Eso abrió las puertas del mercado estadounidense de forma paulatina.
Para 2005, los productores mexicanos consiguieron acceder a los 50 estados, incluido California, que es el único productor interno del país.
El gran éxito del aguacate mexicano y el gusto por el guacamole llevó a la APEAM a aliarse con la Asociación de Importadores de Aguacate Hass Mexicano estadounidense y crearon la identidad publicitaria Avocados From Mexico («Aguacates de México»).
Los picos de exportación de aguacate mexicano a EE.UU. se registran en las semanas previas al Super Bowl.
Esta fue la primera marca del sector agrícola en pagar un comercial de televisión en el Super Bowl, evento en el un anuncio de 30 segundos cuesta alrededor de US$5 millones.
«Ha dado resultado. Estas fechas han crecido muchísimo en el consumo. Este año vamos a romper récord con 120.000 toneladas», celebra Villaseñor.
Nueve de cada 10 aguacates en los mercados de EU en la época del Super Bowl son de México. (https://www.bbc.com/)