Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, reconoció este martes que si la construcción del Tren Maya no inicia en 2020, la administración no podrá completarla en el presente sexenio.
«Esta obra requiere de tiempo a tal grado de que, si no la comenzamos este año, no la terminamos», dijo el presidente, quien destacó el apoyo que recibe por parte de los ingenieros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en este proyecto.
López Obrador ha remarcado que su administración no iniciará obras de infraestructura que no puedan concluirse antes del 30 de septiembre de 2024, cuando acaba su sexenio.
El presidente agregó, sobre las licitaciones para la participación de empresas en la construcción de los siete tramos, que se pedirá el apoyo de la población para que vigilen el cumplimiento de los contratos.
«La empresa que incumpla, que no actúe con responsabilidad, se volverá famosísima, porque aquí (en las conferencias matutinas) la vamos a estar mencionando y va a adquirir fama mundial, además de todos los proceso legales en su contra», advirtió.
El 14 y 15 de diciembre de 2019, el Gobierno federal realizó una consulta a la población en general y los pueblos indígenas de los cinco estados por donde se proyecta se construirá el Tren Maya, es decir, Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
De acuerdo con la Secretaría de Gobernación, 92.3 por ciento de las personas que participaron en el ejercicio votaron por el ‘Sí’, mientras que 7.4 por ciento se inclinó por el ‘No’.
Al respecto, la oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos criticó la forma en que el Gobierno manejó las consultas con comunidades indígenas sobre el Tren Maya.
La agencia, que señaló que sus observadores asistieron a varias asambleas regionales a finales de noviembre y principios de diciembre, elogió a México por su intento de respetar y proteger los derechos de los indígenas y por el hecho de que las consultas se realizaron antes de que se ejecute el proyecto.
Sin embargo, días después de llevarse a cabo el referendo, la oficina de la ONU encontró que las consultas tuvieron errores y que el proceso “no ha cumplido con todos los estándares internacionales de derechos humanos en la materia”.
Fuente: El Financiero