Una máscara de “jadeíta o serpentina” proveniente de Teotihuacán fue la pieza vendida más costosa del catálogo de la casa de subastas Millon. La artesanía estaba en el lote 52 y fue vendida por 75 mil euros. La pieza estaba valuada entre 80 mil y 120 euros; sin embargo, durante la puja fue vendida por un millón 400 mil pesos, aproximadamente.
Además de la máscara, Millon indicó en su catálogo que el comprador también será acreedor a los estudios que le realizaron el investigador Caspar, de la Universidad Católica de Louvin, en 1999, así como el realizado por Philippe Blanc, de la Universidad Pierre y Marie Curie.
La subasta de Millon se titula Los imperios de la luz y ayer puso a la venta 53 piezas originarias de México. Además de la máscara, otra de las piezas mejor vendidas fue en el lote 84, una figurilla que representa a Chaak, dios maya de la lluvia.
La pieza fue fabricada en el periodo Clásico Reciente (600-800 d.C) y contaba con un precio de salida de 3 mil euros y al final fue vendida en 3 mil 900, sin contar las comisiones
Otra de las piezas vendidas fueron un par de estatuillas antropomórficas que presentan un par de dignatarios sentados. El hombre sostiene en una de sus manos un hongo alucinógeno y en la otra un abanico triangular.
De acuerdo con información de la casa de subastas, la pareja es originaria de Ixtlán del Río, Nayarit, con una datación entre los años 100 y 250 d. C.
Se esperaba que la artesanía ubicada en el lote 101 fuera comprada por un valor entre 2 mil 400 a 2 mil 800 euros, sin embargo, la pieza superó esa cifra alcanzando el valor de 3 mil euros, alrededor de 618 mil pesos, a precio martillo.
Un acróbata contorsionado con un sombrero de cono que de forma simbólica apuntaba hacia el cielo también fue vendido en mil 400 euros, es decir, 28 mil pesos aproximadamente. La casa de subastas explicó que la artesanía es originaria de Colima y habría sido fabricada entre los años 100 y 250 d. C.
El remate de 136 objetos fue en el hotel Drouot de París y ofreció obras que, según la casa Millon, proceden de México, Perú, Colombia, Panamá y Costa Rica.
SE OPONEN
El INAH presentó el pasado 3 de enero una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) para tratar de impedir la subasta de los objetos que pertenecen al patrimonio cultural del país.
Acusan que entre las poco más de 50 piezas arqueológicas que identifica como procedentes de México, alrededor de 22 son de reciente manufactura, es decir, falsas en relación con la información difundida en el catálogo de la venta.