«Este es nuestro mensaje para Estados Unidos: los atacaremos». La muchedumbre reunida en Teherán para despedir a su «héroe» Qasem Soleimani, muerto por un dron estadounidense en Irak, clamó venganza y una «respuesta devastadora».
Jóvenes y viejos de duelo, incluidas mujeres vestidas en chador negro o con hiyab, paralizaron el centro de la capital iraní para rendir un último homenaje al dirigente de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución, encargado de las operaciones exteriores de Irán.
«Este es nuestro mensaje para Estados Unidos: les atacaremos, les haremos pagar la sangre vertida por su culpa», afirmó Mehdi Ghorbani, funcionario que llegó acompañado por su esposa e hijo desde Karaj, una ciudad situada a unos 40 kms de Teherán.
«Estados Unidos debería saber que empezÓ esto pero nosotros lo terminaremos», declaró a la AFP.
Irán juró «vengar severamente» la muerte de uno des sus principales comandantes, de 62 años, muerto con su lugarteniente iraquí y otras ocho personas en un ataque estadounidense con dron el viernes, cerca del aeropuerto internacional de Bagdad.
«Fue un héroe. Venció al Dáesh (acrónimo árabe del grupo Estado Islámico) en Irak y Siria», declaró a la AFP una joven. «Lo que ha hecho Estados Unidos es un crimen», expresó esta mujer que dijo llamarse Mohammadi.
«Estoy aquí para llorar su martirio. Tiene que haber una respuesta pero no queremos guerra. Nadie quiere una guerra», aseguró.
Visiblemente conmocionado, el guía supremo, ayatolá Alí Jamenei, que prometió el viernes «venganza severa», pronunció una corta oración en árabe ante los féretros de Soleimani, del iraquí Abú Mehdi al Muhandis, número dos del Hashd al Shaabi (paramilitares iraquíes proiraníes) y cuatro iraníes muertos en el ataque.
Luego, el camión que transportaba los ataudés se abrió paso con dificultad entre la multitud, en dirección a la plaza Azadi («Libertad»). Le tomó seis horas llegar ahí.
Varios Guardianes de la Revolución que iban en el camión que encabezó el cortejo lanzaron a las masas camisas y otras prendas que habían frotado con los ataúdes, para que brindaran la protección de los «mártires» a quien las lleve.
– Un «zapato» y la «cabeza de Trump» –
Según la televisión pública, millones de personas participaron en la ceremonia en Teherán.
Debido a la cantidad de gente, muchos iraníes no pudieron salir de las estaciones de metro, según la agencia de prensa ISNA.
Mucha gente estaba bloqueada en las calles adyacentes en torno a la avenida Enghelab (Revolución), el principal itinerario de la procesión.
Fuente: Excélsior