Irlanda del Norte pone fin a tres años de parálisis política. Los partidos de la provincia británica han aceptado un acuerdo para restaurar el Gobierno de poder compartido.
«Desearía haber estado aquí en marzo de 2017. Esa siempre ha sido nuestra posición; creemos que la descentralización debería haber estado funcionando y si había problemas que resolver, deberíamos haberlo hecho en paralelo», ha dicho Arlene Foster, líder del Partido Unionista Democrático (DUP).
La líder del Sinn Fein, el principal partido nacionalista irlandés, ha asegurado que están listos para compartir el poder.
«El mayor y más significativo desafío será asegurar que tengamos un poder compartido genuino, basado en la igualdad, el respeto y la integridad», ha declarado Mary Lou McDonald, líder del Sinn Fein.
El acuerdo ha sido posible tras casi nueve meses de intensos contactos de Londres y Dublín con las formaciones norirlandeses, que han dado su visto bueno a las propuestas presentadas en el documento «Nueva Década, Nuevo Enfoque».
Entre los principales retos del Gobierno norirlandés: el Brexit y las demandas por la reunificación de Irlanda.