A Roger Federer se le podría perdonar el pensar “Oh no, ahí vamos de nuevo”.

De hecho, a dos puntos de ser eliminado en el Abierto de Australia, su mente probablemente empezaba a tratar de comprender cómo había perdido.

Aproximadamente un año y medio después de que John Millman resistió para vencer al suizo en su único duelo previo en un torneo Grand Slam, el australiano y 47° del ranking mundial dio nuevamente su mayor esfuerzo ante el campeón de 20 Grand Slams.

Sin embargo, esta vez Federer sacó la victoria, remontando una amplia diferencia en el desempate del último set, llevándose los últimos seis puntos, para avanzar a los octavos de final en Melbourne Park con una victoria 4-6, 7-6 (2), 6-4, 4-6, 7-6 (8) ante Millman.

“Oh Dios, fue duro”, declaró Federer después de conseguir su triunfo número 100 en el torneo australiano.

El entretenido partido de ida y vuelta duró un poco más de cuatro horas, que inició el viernes y terminó cerca de la 1:00 de la mañana del sábado (hora local), con el estruendo del público después de cada punto durante el desempate del quinto set.

Federer perdía 8-4 en el set definitivo antes de reaccionar para romper una racha de tres derrotas en duelos que se fueron al máximo de cinco sets.

“Llegué al punto máximo al final. Un poco de suerte, quizá. Tuve que mantenerme enfocado”, afirmó Federer. “Él seguía atacando con buenos disparos. Yo de antemano me preparaba para explicarme en la conferencia de prensa”.

Al igual que en la victoria de Millman en cuatro sets sobre Federer en la cuarta ronda del Abierto de Estados Unidos de 2018, este encuentro se disputó en condiciones de mucha humedad. Y al igual que entonces, Millman estaba empapado.

Después de llevarse el cuarto set esta vez, Millman se quitó y reemplazó sus calcetas y zapatillas empapadas. Luego que Federer, de 38 años, realizó un mal tiro de derecha con el que su servicio fue roto y cayó a 2-1 en el último final, Millman, que tiene 30 años, se desplomó en la silla en la banda y dio una mordida a un plátano.

El problema más serio para Federer fue su disparo de derecha, por mucho tiempo uno de los secretos de su éxito. Por largos periodos le falló por completo, y 48 de sus 82 errores no forzados fueron con ese tiro.

Pero fue ese tiro el que también le ayudó a hacer lo necesario en el match point.

Fuente: El Financiero