Mario Ávila
La voz de los estados
Justo hablábamos el martes de la crisis penitenciaria que arrastra nuestro país desde hace décadas cuando se registró la fuga del reclusorio sur de la ciudad de México.
Pese a las condiciones de inseguridad, combate a la delincuencia y, cuanto plan se haya anunciado, no ha habido candidato a cualquier orden de gobierno que, de manera señalada, proponga hacerse cargo de los penales.
A los centros de reclusión solamente se les mira cuando se registra un motín o un escape como el de este miércoles.
Ni siquiera se ha logrado erradicar el uso de equipos celulares y la práctica de la extorsión. Cómo esperar algo más.
Los centros de rehabilitación no dan votos en campaña, primero porque lo reclusos no pueden votar, pero además porque se trata de un olvido social, así que para qué dedicarles tiempo.
Se tienen que tomar acciones radicales a fin de acabar con las condiciones actuales y evolucionar a modelos de readaptación social reales.