Omán está de luto. Ha perdido al sultán Qabús, fallecido, sin descendencia, a los 79 años, tras medio siglo de reinado.
Su sucesor es su primo Haitham ben Tarek, hasta ahora ministro del Patrimonio y la Cultura, que se ha comprometido a seguir con la política de «no ingerencia» del difunto soberano. Ha señalado que Omán seguirá favoreciendo las soluciones pacíficas a las crisis mundiales y regionales.
Bajo el reinado del sultán Qabús, Omán ha consolidado su papel de país moderado y neutro en un Golfo Pérsico sacudido por las tensiones políticas.
Venerado en Omán, se le recuerda como sabio y justo y buen mediador en los conflictos.