El panorama del mundo laboral no es alentador para los próximos años. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que, como resultado del menor dinamismo de la economía, este año cerca de 172,000 personas se sumarán a las filas del desempleo en México, situación que se extenderá hasta el 2021.
De acuerdo con las Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo: Tendencias 2020, presentadas por la OIT este lunes, el organismo internacional estima que la tasa de desocupación en México pasará de 3.4% de la PEA en el 2019 a 3.7% en el 2020, y a 4.1% en el 2021. Con cifras actuales, estas proyecciones significan que en los próximos dos años el desempleo afectaría a 2.3 millones de personas, es decir, 400,000 más que al cierre de diciembre pasado. El rubro más impactado por el desempleo sería el campo, y se espera un ligero repunte en las plazas laborales creadas en el sector servicios y en el renglón de trabajadores independientes.
El organismo cambió así sus proyecciones de empleo para la economía mexicana a un terreno negativo, ya que hace un año estimaba que la tasa de desempleo se reduciría en el transcurso del 2020, para llegar a un nivel de 3.3 por ciento.
Lo anterior coincide con el estancamiento de la economía mexicana en el 2019 y una pírrica recuperación para el 2020 que además luce cada vez menos asequible, luego de que esta semana el Fondo Monetario Internacional redujera de 1.3 a 1% su pronóstico de crecimiento de la economía mexicana para el 2020.
Lo anterior, a pesar de que se despejó la incertidumbre sobre el futuro de las reglas del comercio de América del Norte, luego de que Estados Unidos ratificara el nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Sin embargo, la perspectiva de que tanto la inversión pública como la privada se mantengan débiles limita fuertemente la expectativa de crecimiento.
Este fenómeno no es exclusivo de México. La OIT estima que a nivel global en este año habrá 2.5 millones más de desempleados, para llegar a una cifra de 190.3 millones de personas en esta condición.
“El informe muestra que el número de desempleados debería aumentar en alrededor de 2.5 millones en el 2020. El desempleo mundial se ha mantenido relativamente estable durante los últimos nueve años, pero la desaceleración del crecimiento económico significa que, mientras a nivel mundial la fuerza de trabajo incrementa, no se están creando suficientes nuevos empleos para absorber a los que se incorporan al mercado laboral”, expresó Guy Ryder, director general del organismo.
Además del impacto de la falta de plazas laborales para satisfacer el crecimiento del mercado, también se espera el aumento de la subocupación, es decir, personas que trabajan jornadas más cortas de las que pueden. En esta condición se estima que actualmente hay 165 millones de personas, 4.3 millones de ellas en México.
También se estima que a nivel global 120 millones o bien han abandonado la búsqueda activa de trabajo o no tienen acceso al mercado laboral.
Estas cifras, se expone en el informe, muestran que el desajuste entre la oferta y la demanda de mano de obra se extiende más allá del desempleo a una amplia subutilización de la mano de obra, lo que en suma afecta a 470 millones de personas en el mundo.
“Para millones de personas comunes es cada vez más difícil construir vidas mejores basadas en sus trabajos”, afirmó Guy Ryder. “La persistencia y la amplitud de la exclusión y de las desigualdades relacionadas con el trabajo les impiden encontrar un trabajo decente y forjarse un futuro mejor. Ésta es una conclusión extremadamente preocupante que tiene repercusiones graves y alarmantes para la cohesión social”.
Otro fenómeno que se ha acrecentado en los últimos años, advirtió la OIT, es el de la precariedad laboral. “Tener un trabajo remunerado no supone una garantía de condiciones de trabajo decentes o de un ingreso adecuado”, se expone en el documento.
Esta situación implica que en la actualidad al menos 630 millones de trabajadores en el mundo siguen viviendo en pobreza a pesar de contar con un empleo. En México, la tasa de condiciones críticas equivale a 18.5% de la población ocupada, lo que equivale a 10.2 millones de personas en precariedad laboral.
Fuente: El Economista