Las pocas lluvias de este 2019 trajeron para el campo morelense dificultades en algunas zonas en las que esperaban precipitaciones pluviales que no llegaron, o no llegaron como esperaban; el 6 por ciento de los cultivos de sorgo y maíz no crecieron y esto representó la pérdida de al menos 5 mil hectáreas de las 65 mil que se siembran.
El 80 por ciento de las pérdidas en los cultivos de sorgo y maíz se dieron en el municipio de Tlaquiltenango, seguido por tres localidades en Ayala, dos en Axochiapan y una1 en Jojutla, cuyos productores podrán acceder a seguros para daños catastróficos en los próximos meses previo al inicio del nuevo ciclo agrícola.
Las mazorcas de las altas milpas de maíz se quedaron sin brotar en estas localidades debido a la falta de lluvia, elemento primordial para que los cultivos, así como tampoco brotó el sorgo en lo sembradíos.
“Fue un buen año porque los temas climáticos que afectaron al país, si nos pegaron donde hubo falta de agua, pero la pérdida no fue tanta; tuvimos alrededor del 6 por ciento de las 65 mil hectáreas que se siembran de sorgo y maíz en todo el estado”, comentó la Secretaria de Desarrollo Agropecuario (Sedagro), Margarita Galeana Torres, advirtiendo que esta “poca afectación” fue gracias a que no hubo granizadas ni heladas.
Aunque los fenómenos naturales como la sequía están fuera del alcalde del gobierno estatal, asintió, lo que si será una realidad es que los productores afectados podrán acceder a recursos que les permitan recuperar la inversión que se perdió.
No obstante, esta recuperación económica estará sujeta a las revisiones que harán sobre los daños, una vez concluida esta revisión el recurso se entregará, fecha que se estima sea en el mes de febrero o marzo de este año.
“Estamos tratando de hacer los cambios efectivos en febrero o marzo, el año pasado tenían el esquema tradicional heredado y les generó un año de retraso; esperamos entregarlos con oportunidad para que el productor vuelva a sembrar a tiempo”.
En torno a las plagas que se presentaron a lo largo del año como gusano o pulgón, la titular del sector agro descartó afectaciones puesto que se tiene control sobre estos brotes.
“No tuvimos plagas que afectaron a los cultivos de manera devastadora, hay presencia natural pero está controlada esto gracias al buen sistema que tenemos y la gran experiencia de los productores; las nuevas tecnologías”. (KATY CÁRDENAS. EL SOL DE CUERNAVACA)