La época navideña suele utilizarse para reflexionar sobre lo que se hizo y dejó de hacerse. Hay quienes redireccionan las decisiones tomadas, o en su caso, optan por ratificarlas de acuerdo a los resultados obtenidos. Eso hará el Presidente López Obrador en los siguientes dos fines de semana, uno de ellos en “La Chingada”, su rancho ubicado en Palenque, Chiapas.
Me dicen que AMLO evaluará algunos cambios para el próximo primer trimestre, tanto en su gabinete legal como el ampliado, y no necesariamente porque a su juicio hicieran mal papel, sino porque debe avanzar, (en este segundo año), en el pago de algunas “facturas” pendientes con quienes lo apoyaron para llegar a Palacio Nacional.
De acuerdo a la información que me proporcionan, López Obrador considera darle una posición de primer plano a Lázaro Cárdenas Batel, su actual Coordinador de Asesores en la Presidencia. Podría colocarlo, si así lo decide, en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, ante el cansancio físico que ha mostrado Javier Jiménez Espriú.
Uno de los temas que AMLO pretende analizar en su rancho es la posibilidad de mover a Olga Sánchez Cordero. En caso de hacerlo, las opciones para tomar su cargo recaerían en Alejandro Encinas, o bien, Julio Scherer. El Presidente ahí tiene un dilema, pues considera que ambos han hecho buen trabajo. Tatiana Clouthier, a petición propia, no está considerada en este momento.
Marcelo Ebrard es inamovible como canciller mexicano, ha sido para AMLO uno de los Secretarios de Despacho más productivos, particularmente en su relación con Donald Trump. Me comentan que el Presidente no tiene contemplado moverlo a Segob, pues en la Casa Blanca han solicitado que siga al frente de Relaciones Exteriores.
AMLO se lleva a Palenque la tarea de pensar si promueve al Subsecretario de Salud, Hugo López-Gattel, a la posición del Doctor Jorge Alcocer. Sea o no a principios del 2020, el Presidente tiene claro que más adelante deberá efectuar ese movimiento, aunque el actual Secretario sea uno de los más reconocidos por el Ejecutivo.
Me comentan que el tabasqueño no piensa cambios en Pemex ni en la Secretaría de Energía; tanto Octavio Romero como Rocío Nahle tienen seguros sus cargos; también el “multi señalado” Manuel Bartlett está sólido en su posición, a pesar de las contundentes investigaciones periodísticas en su contra.
Se me dice que AMLO está muy satisfecho con el grupo negociador para el T-MEC, y pensaría en darle una posición fuerte a Jesús Seade, misma que podría ser, (si es que las cosas se acomodan), como embajador en alguno de los países con los cuales México necesita relacionarse, (aparte de Estados Unidos); quizá se trate de China.
Serán pues, dos fines de semana de mucha reflexión para el Presidente. Se viene un segundo año fundamental para sus aspiraciones, tomando en cuenta que se avecinan las elecciones intermedias. ¿Hará movimientos o seguirá pensándolos en los meses por venir? Ya veremos.
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