Édgar, la expareja sentimental de la maestra de danza Sonia Pérez, la mató por celos. Durante la audiencia inicial para la imputación del delito, el Ministerio Público leyó la declaración del probable feminicida, que estranguló a su exesposa, más tarde comió pizza y se durmió, para después entregarse a las autoridades.
Este jueves, en los juzgados de Almoloya de Juárez, la hermana de Sonia tuvo que abandonar la sala donde las autoridades judiciales informaban sobre los datos de prueba al juez, indicios que implican a este sujeto en los hechos en los que murió la maestra de danza de la UAEMéx el lunes pasado.
El también trabajador de la Universidad Autónoma del Estado de México confesó al MP que ese día, a las 6:30 de la mañana, le llamó a la mujer para preguntarle si pasaba por ella y sus hijas, pero ella fue cortante y le contestó que no.
Por la tarde, fue a la comida de la Secretaría de Cultura y ahí la vio entrar con un hombre llamado Marco Aurelio, aunque éste no especificó quién era. Luego, trató de sentarse en una mesa donde la tuviera a la vista. Observó que el hombre le murmuraba y pasó su brazo por el respaldo de la silla, luego la invitó a bailar.
“Sentí como un balde de agua”, dijo, aunque también narró que él se paró a bailar.
Al salir, recogió su auto y fue hacia el Teatro de los Jaguares, entró a los camerinos y Sonia ya estaba ahí.
Discutieron y ella le pidió que se alejara o comenzaría a gritar, fue entonces que él la estranguló, luego la sentó en la taza del baño y se fue.
Regresó más tarde, simuló que iba por su celular y dijo que sintió en el estómago un vacío, como si fuera hambre y al abandonar el recinto fue por pizza. Llegó a su casa, comió, se durmió, despertó y trató de matarse con una navaja de bolsillo, después fue hacia el Ministerio Público para confesar su crimen.
Fuente: El Universal