Nicola Sturgeon tiene la misma prisa que Boris Johnson por hacer valer su arrolladora victoria electoral del 12 de diciembre. La ministra principal de Escocia y líder del Partido Nacional Escocés (SNP) ha anunciado este jueves que ya ha solicitado formalmente a Downing Street que permita la celebración de un nuevo referéndum de independencia a finales de 2020. «Ya anticipo que, a corto plazo, simplemente oiremos cómo el Gobierno del Reino Unido se reafirma en su negativa. Pero que no se hagan ilusiones, porque esto no será el final de la discusión», ha dicho Sturgeon.
El Gobierno escocés presentará en la misma tarde del jueves el borrador de su propuesta al Parlamento autónomo, en Holyrood, donde la mayoría del SNP y el respaldo del Partido Verde bastan para superar la oposición de conservadores y laboristas.
El SNP arrolló en las pasadas elecciones generales en prácticamente todas las circunscripciones escocesas. Obtuvo 48 diputados, 13 más de los que ya disponía en la Cámara de los Comunes. Sturgeon interpretó el resultado desde el primer minuto como la legitimación de su propuesta para realizar una nueva consulta popular, punto central del programa con el que se presentó a los comicios. En 2014, los escoceses rechazaron por una diferencia de más de diez puntos la independencia. La crisis del Brexit, sin embargo, ha dado nuevos bríos a las ansias de secesión. Una amplia mayoría de escoceses rechazó la salida de la UE, y la figura de Johnson cosecha escasa popularidad en este territorio.
El primer ministro ha dejado claro en repetidas ocasiones que no va a caer en la trampa de su predecesor, David Cameron, y que no va a dar su autorización para que se celebre una nueva consulta. «Nos dijeron entonces, en 2014, que el resultado sería válido para toda una generación. No habrá un nuevo referéndum», ha dicho Michael Gove, el ministro jefe del Gabinete de Johnson. El pasado martes, durante la apertura del nuevo ciclo legislativo, Johnson insistió en sede parlamentaria en su voluntad de preservar la unión del Reino Unido, compuesto por Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte.
«Se me pregunta a menudo: ‘¿Qué harás si Boris Johnson dice no?’ Y como ya he respondido, tomaremos en consideración todas las opciones razonables a nuestro alcance para asegurar el derecho de Escocia a su autodeterminación», ha explicado Sturgeon.
El SNP ha mostrado en innumerables ocasiones su solidaridad con el independentismo catalán, y era habitual durante la pasada legislatura que sus diputados llevaran en la solapa lazos amarillos. Sin embargo, hasta el momento, el partido ha rechazado plantearse una vía unilateral que se saltara la legalidad. Confía más bien en poder ir incrementando gradualmente la presión sobre Westminster. Por una cuestión de precedentes, porque una vez celebrado un primer referéndum y con el cambio de circunstancias que supondrá el Brexit, creen tener la razón y la ley de su parte. Y por una cuestión política: el próximo mayo habrá nuevos comicios autonómicos, y los conservadores y laboristas escoceses se verán en una complicada situación a la hora de exponer su negativa a un nuevo referéndum.
Más allá del resultado que pudiera deparar -los sondeos siguen apuntando más bien a una victoria de los partidarios de preservar la unión-, existe una convicción generalizada entre los escoceses de que tienen el derecho democrático a decidir su futuro.
Fuente: El Financiero