Andrés Manuel López Obrador, es un político rencoroso y también… vengativo. De ello podría dar fe Rosario Robles, la primera presa política de su Gobierno.
Además, durante todo el tiempo que lleva el “nuevo gobierno”, López Obrador mete a Felipe Calderón en todo. En el fondo, la derrota electoral de 2006 y también la construcción de una nueva fuerza política de oposición.
Por ahora, lo que el Presidente puede hacer, sin tocar directamente a Calderón, pero sí poniéndole un freno, es quemar su nombre… ¿Qué pasa con la escandalosa detención de Genaro García Luna, extitular de Seguridad Pública del Gobierno de Calderón por delitos vinculados con los cárteles de droga?
Con este enroque de la detención de García Luna, ¿el Gobierno pretende que se nos olvide el mayor fracaso de la historia en el número de muertes violentas –con más de 35 mil–; el fracaso en economía, seguridad, en secuestros, feminicidios…?
Genaro García Luna es, por lo menos hasta hoy: inocente. Sin embargo, su detención es parte de los acuerdos (del 5 de diciembre en Palacio Nacional), entre el presidente López Obrador y el fiscal general de Estados Unidos, William Barr… ¡Dicen!
Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública ya cumplió con su primera comparecencia ante un tribunal de Dallas, se le acusa de recibir sobornos de parte del Cártel de Sinaloa a cambio de permitirles operar en México. Esposado de pies y manos, fue escoltado por alguaciles al interior de la Corte y tras 10 minutos de comparecencia apoyado por un intérprete, rechazó su derecho a una audiencia de verificación y se le programó una audiencia de detención para el 17 de diciembre.
En esta loca carrera persecutoria, el ex dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, es investigado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, por el desvío de 250 millones de pesos del gobierno federal para financiar campañas electorales, reportó Reforma.
De acuerdo con el diario, el también ex senador ya solicitó un amparo y protección de la justicia contra cualquier orden de aprehensión librada en su contra a solicitud de las fiscalías General de la República (FGR) y la Estatal de Chihuahua.
La lista de perseguidos alcanza también a Emilio Lozoya, de quien el presidente aseguró que “no hay persecución política” y afirmó que está cumpliendo su promesa de que no habría persecución contra gobiernos anteriores, sólo que dejó de haber impunidad.
Además, necesitamos saber la verdad en torno a la renuncia de Eduardo Medina Mora como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Por muy personales que sean los motivos de Medina Mora para dejar un encargo tan importante, el hecho debería ser “transparentado”. Sin olvidar que Medina Mora no era cualquier servidor público, el ahora ex ministro ocupó muchos cargos de gran responsabilidad en otros gobiernos.
Sin estar al margen, más bien en un rol protagónico, es muy importante tener a Santiago Nieto en la mira; su paso por la Fiscalía se vio envuelto en escándalos. Nieto Castillo lleva por lema que “la delincuencia organizada debe ser combatida a través de cinco acciones clave por parte del Estado mexicano: prevención, seguridad pública, procuración e impartición de justicia y reducción de penas”. El mismo Nieto tiene muchas cuentas pendientes y sin tanta cizaña, si se puede: ama las cámaras.
Aletia Molina
@AletiaMolina1