Seis ciudadanos saudíes fueron detenidos cerca  de la base naval de Pensacola, en el noroeste del estado de Florida, donde se produjo un tiroteo que dejó cuatro muertos, incluido el atacante, según fuentes oficiales.

Los detenidos están siendo interrogados en relación con el tiroteo registrado la mañana del viernes en la Estación Aérea Naval (NAS) Pensacola, dijo un alto funcionario estadunidense citado por la cadena Fox News.

El tirador, que mató a tres personas antes de ser abatido por oficiales de la policía, fue identificado como Mohammed Saeed Alshamrani, un estudiante en entrenamiento y miembro del ejército saudí, agregó el funcionario.

La investigación del FBI sobre el tiroteo en Pensacola se realiza a nivel mundial, según una fuente policial, reportó la cadena CNN.

Las autoridades están en comunicación constante con el gobierno de Arabia Saudita, pues el atacante es de origen saudí.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, dijo que su primera prioridad es apoyar la investigación en curso y determinar los motivos del tirador.

Esper se refirió al tirador como un ciudadano saudí que era un segundo teniente en entrenamiento de vuelo.

“Quiero asegurarme de que estamos haciendo nuestra debida diligencia para comprender cuáles son nuestros procedimientos» con respecto a los programas de capacitación, agregó.

La Marina dijo que la mayoría de los cientos de estudiantes de aviación extranjeros que han participado en el programa son de Arabia Saudita. El programa de entrenamiento naval tiene alrededor de mil 500 pilotos en total.

La Estación Aérea Naval, que alberga a unos 16 mil militares y a otros siete mil civiles, es el hogar del escuadrón de demostración de vuelo de los Blue Angels de la Armada y es la primera parada para el entrenamiento para convertirse en pilotos navales u oficiales de vuelo.

Este tiroteo en Pensacola ocurre dos días después de que dos personas murieron y otra fue herida en la base de Pearl Harbour, en Hawai, a manos de un marinero que abrió fuego y luego se suicidó.

Fuente: Excélsior