Antes de la explosión de diciembre de 2016, que provocó la muerte de 42 personas en el Mercado de San Pablito, Tultepec, el lugar era visitado por unas mil 200 personas diariamente en temporada alta de venta, sin embargo, ahora registran cerca de 500 visitantes.
Germán Galicia, presidente del Mercado de San Pablito, reconoció ayer que los clientes aún tienen temor de visitar el inmueble.
La temporada alta de venta representa para los locatarios de San Pablito ganancias de 600 a 700 millones de pesos.
«Están bajas las ventas, este día (12 de diciembre) debería de haber más gente. Sí hay algunos que todavía tienen el temor porque no se ha difundido que hoy ya tiene más medidas de seguridad este Mercado», explicó en entrevista.
Ayer, se observó a trabajadores del Gobierno del Estado de México haciendo recorridos en el Mercado.
Galicia explicó que se trataba de personal del Instituto Mexiquense de la Pirotecnia (Imepi) que realizaba inspecciones; también llegaron soldados, policías estatales, trabajadores de Protección Civil estatal, de la Fiscalía de Justicia y de Derechos Humanos.
En septiembre pasado, en el Mercado de San Pablito fue confiscada mercancía prohibida por su alta cantidad de pólvora y de procedencia china, la cual fue almacenada en dos locales.
Galicia señaló que los clientes son extorsionados por policías estatales en retenes en municipios aledaños.
Ello, pese a que la venta de pirotecnia está reglamentada en la Ley Federal de Armas de Fuego y Control de Explosivos.
Según esa Ley, los locales con permiso para la fabricación o compraventa de artificios pirotécnicos, podrán vender a particulares sin permiso hasta 10 kilogramos de producto.
Pero los oficiales estatales exigen pagos de 5 mil pesos cuando encuentran pirotecnia a los conductores o les decomisan la mercancía, comentó Galicia.
Apenas 166 de los 300 locales reconstruidos en el Mercado de San Pablito cumplen con medidas establecidas por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para la venta de cohetes.
De esos 300 negocios, 96 permanecen cerrados por estar ubicados a 47 metros de distancia de zonas habitacionales, según una restricción establecida por la Sedena.
Derek Cancino, titular del Instituto Mexiquense de la Pirotecnia (Imepi), explicó que 204 locales sí cumplen con las distancias marcadas por la Secretaría.
Agregó que los criterios de Sedena para pedir un rango de 100 a 65 metros de distancia mínima entre locales y casas, está basada en restricciones que mantienen para talleres de elaboración de los cohetes.
Fuente: Reforma