De acuerdo con cifras de la fiscalía general de Campeche, este saqueo aumentó 289 por ciento respecto a 2016, cuando se registraron 48 ataques; es decir, los robos casi se triplicaron en menos de cuatro años.
Esto pese a los programas de vigilancia implementados en la zona y la recién instalada Estación Naval de Búsqueda, Rescate y Vigilancia Marítima.
Información obtenida a través de la Ley Nacional de Transparencia indica que la mayor parte de estos actos de “piratería moderna” se reportó durante 2018, año en el que se tienen documentados 197. Sin embargo, 2017 también fue un año difícil al registrar 150 casos. Con estos asaltos en altamar, Pemex perdió al menos 224 millones de pesos entre 2016 y 2018.
Las cifras coinciden con las otorgadas por Enrique Lozano Díaz, capitán e inspector de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte para México, quien ofreció el mismo número robos (395) para el periodo 2016-2018.
Uno de los hechos más recientes se presentó el 4 de noviembre pasado, cuando al menos seis piratas subieron armados a la plataforma petrolera Independencia, en el golfo de México.
El asalto se registró alrededor de las 21:00 horas, cuando el capitán del Puente, a través del altavoz, dio aviso a la tripulación de que se refugiaran en las cabinas y que no salieran hasta que “la normalidad retornara”.
Mientras tanto, en cubierta, los maleantes lograron capturar a un grupo de obreros, a quienes despojaron de sus teléfonos celulares, equipo de trabajo, herramientas y hasta alimentos. Ese día no hubo heridos.
Un robo similar ocurrió el 12 de noviembre en el barco italiano Remas. Durante la madrugada dos lanchas de motor se aceraron a la embarcación. Los tripulantes de las pequeñas naves eran seis y todos iban armados.
En el momento del asalto a la embarcación —que mide 75 metros de largo y tiene un tonelaje de 2 mil 600 toneladas— había 35 personas a bordo, incluido un oficial de la Marina Mercante mexicana. Del total de tripulantes dos resultaron heridos al tratar de evitar el robo. Uno fue golpeado con un objeto en la cabeza y otro recibió un disparo en la rodilla.
Sebastián Calderón, capitán de altura de la Marina Mercante Nacional, relató a MILENIO que el modus operandi es muy similar en todos los casos: los piratas llegan a las bases de las plataformas en grupos de lanchas con motor y trepan las estructuras. Ya en la superficie amedrentan al personal de Pemex con armas punzocortantes y pistolas, para después desmantelar, vandalizar y hurtar todo lo que pueden.
El equipo robado va desde válvulas de paso, con un costo de 15 mil pesos, hasta vigas de aluminio del helipuerto, tasadas en un millón 400 mil pesos. Los robos incluyen lámparas perimetrales, placas antiderrapantes de aluminio, escaleras, alerones, tapas de registro, mallas perimetrales del helipuerto, vigas y hasta tornillos de estas bases aéreas.
En los listados de material hurtado también figura equipo fijo de perforación, hidratantes, baterías, equipo de medición, luces de navegación, mangueras, cable de cobre, trajes de bomberos y buceo, chaquetas, pantalones, botas, tirantes, cascos, guantes y los equipos de respiración autónoma con un valor de hasta 40 mil pesos, pero que en el mercado negro son revendidos apenas en 10 mil.
Luis Ríos Robles es uno de los petroleros que ha vivido de cerca este tipo de robos. En septiembre de 2018, 10 hombres armados subieron a la plataforma Abkatun para llevarse todo lo que estaba a su alcance.
Ríos Robles, supervisor de Pemex en Campeche, recordó que aquel día sus trabajadores lo único que hicieron fue esconderse y vocear que había piratas marinos en la plataforma.
“Son personas que saben que la Marina no está por ahí ni cerca, saben a qué hora ir, qué día, a cuánta presión está el pozo, qué equipo llevar para desconectar los pozos y sobre todo a quién venderle la consola”, detalló.
Para inhibir estas acciones, Petróleos Mexicanos ha establecido convenios con la Secretaría de Marina. No obstante, los empleados de Pemex afirman que son insuficientes, pues no se asigna a los elementos necesarios para combatir a los ladrones cuando suben a las plataformas.
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