Ocho de cada 10 migrantes centroamericanos que ingresaron a México y solicitaron refugio, huyeron de su país de origen por la violencia generada por la presencia de pandillas en esa zona. La mayoría de ellos (62.6%) tiene como máximo grado de estudios primaria y preparatoria completa.
Esto son algunos datos que arroja la Encuesta Nacional de la Población Refugiada en México (ENPORE 2017), elaborada de manera conjunta por la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas (UPMRIP) y la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
En más del nivel de escolaridad, el 10.5 por ciento terminó la licenciatura y el 14.2 por ciento no terminó ningún grado de estudios.
De los niños, niñas y adolescentes en edad escolar, 67 por ciento no asiste a ninguna institución educativa por diversas causas, tales como como la falta de documentos y su reciente llegada al país.
Asimismo, los datos arrojados por la ENPORE indican que el 74.3 por ciento de las personas refugiadas dependen de empleos eventuales y no cuentan con un contrato en México.
Por otra parte, el 47.2 por ciento de las personas refugiadas dijeron sentirse muy integradas en México, 29.3 por ciento algo integradas, mientras que sólo el 1.3 por ciento dijo sentirse nada integrada.
“Dicha encuesta tiene como objetivo dar a conocer el perfil socioeconómico y demográfico de las personas solicitantes de la condición de refugiado, refugiada y con protección complementaria, en comunidades de acogida.
“Los datos de este informe servirán como insumos para el desarrollo de políticas públicas y programas de atención a personas que han encontrado en México una oportunidad para rehacer sus vidas”, informó la Secretaría de Gobernación en un comunicado.
La ENPORE 2017 ayudará a conocer las vulnerabilidades de la población para diseñar acciones focalizadas en tres dimensiones: legal, económica y sociocultural.
En total, el documento concentra datos de 777 personas refugiadas y 208 personas solicitantes de la condición de refugiado, provenientes de 13 países y cuatro continentes; además de 2 mil 801 miembros de las comunidades locales.
Dicho ejercicio contiene datos sistematizados sobre los motivos por los cuales las personas salieron de su país de origen y sobre las formas en las que se desplazaron hasta México, las características de sus viviendas, el estado general de salud, el acceso que tienen a servicios básicos, la escolaridad e incluso actividad que desarrolla.
Adicionalmente, se levantaron encuestas a solicitantes y a la población local en las entidades donde habita un mayor número de personas refugiadas, con el fin de tener una mejor perspectiva de cómo viven con respecto a estas poblaciones.
Fuente: Excélsior