La senadora Indira de Jesús Rosales, del PAN, le regaló al Secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, un pinocho durante su comparecencia.
Al terminar sus preguntas sobre el operativo fallido en Culiacán, la legisladora se acercó al funcionario y le dio el muñeco.
Durazo endureció el rostro y le dio un frío abrazo.
El pinocho fue puesto sobre la tribuna y tomado por la senadora Lucía Trasviña, de Morena, que dirige la comparecencia como presidenta de la Comisión de Seguridad.
«Respeten, respeten», gritaron senadoras morenistas.
«Me gustó pinocho para mi nieto, yo pensé que era para mí, ya se lo guardé, ya se lo guardé», agregó Trasviña antes de ocultar el muñeco.
Durazo informó datos contradictorios el día del operativo fallido al reportar que Ovidio Guzmán fue localizado luego que un convoy de fuerzas federales fue atacado durante un operativo de rutina.
En su intervención, Rosales lanzó una serie de preguntas como si el Secretario avaló la decisión de liberar al presunto narcotraficante y por qué si la acción fue planeada desde días antes no estaba informado el Gabinete de Seguridad.
«¿El cártel tenía más información que usted?», le soltó.
El Secretario de Seguridad rechazó que el Gobierno federal se «doble» ante el cumplimiento de sus responsabilidades en materia de seguridad.»Sin aspavientos podría decir que el Gobierno no se dobla frente a ninguna de las responsabilidades encomendadas», expresó.
Luego de críticas de la Oposición al fallido operativo en Culiacán, el funcionario sostuvo que el Estado tampoco va renunciar a perseguir a quienes tienen orden de captura.
En el caso concreto de Ovidio Guzmán, recordó que existe una solicitud de detención con propósitos de extradición.
«Consecuentemente, continuaremos con el cumplimiento de esa petición del Gobierno norteamericano», manifestó.
Durazo reiteró que el tema de la seguridad es complicado sin duda, por lo que pidió actuar sin cálculos políticos.
«Falta mucho por hacer, por reestructurar», admitió.
Fuente: Reforma