la voz de los estados
Durante mucho tiempo hemos referido en este espacio la comodidad que representa a la autoridad concesionar el transporte público cuando se trata de una responsabilidad de cada gobierno.
Trasladar este enorme reto a manos de particulares, no es malo, siempre y cuando la normatividad aplicable exija las condiciones de operación deseable; seguridad, limpieza, buen estado de las unidades y pago justo a los trabajadores.
En Sinaloa, el gobierno de la entidad suma ya 300 unidades nuevas en dos años que ha sido entregadas a transportistas a fin de garantizar un servicio digno a los usuarios, pero más importante a los contribuyentes ya que son ellos quienes realmente lo pagan.
Esta semana se pusieron a disposición 50 más.
Además de cumplir con la norma de seguridad en transporte, cuentan también con mecanismos para gente minusválida, de la tercera edad y están conectados por radiofrecuencia a los centros de monitoreo conocidos como C4.