La final de la Copa Libertadores entre River Plate de Argentina y Flamengo de Brasil se jugará en Lima, dijo el martes la Conmebol, tras descartar como sede al estadio Nacional de Santiago debido a las protestas que sacuden a Chile desde hace dos semanas.
El torneo se definirá en un solo partido el 23 de noviembre, anunció el organismo rector del fútbol sudamericano, que se vio obligado a modificar la final de su principal torneo de clubes por segundo año consecutivo.
“Entendemos que la opción más viable para todos y teniendo las garantías del Gobierno peruano, es que (el partido) se haga en Lima», dijo en una rueda de prensa el titular de la Conmebol, Alejandro Domínguez. El escenario del encuentro, que todavía no fue definido, será el estadio Nacional o el Monumental.
La decisión de cambiar de sede se anunció tras una larga reunión entre los presidentes de los clubes finalistas, autoridades de las federaciones de Argentina, Brasil y Chile y representantes de la Conmebol que se llevó a cabo en las afueras de Asunción.
“Consenso hubo, rápido no fue. Venimos trabajando con una ciudad desde hace más de un año y ahora tuvimos que encontrar la opción más válida. Ambos clubes, ambos presidentes, están haciendo un esfuerzo enorme», dijo Domínguez.
La organización implementará un sistema para devolver el dinero a los aficionados que ya adquirieron entradas que, no obstante, tendrán prioridad para hacerse con un lugar en Lima, agregó.
El estadio Monumental del club Universitario y con una capacidad para 80.000 espectadores, sería la primera opción para el duelo, según la prensa deportiva peruana. El Estadio Nacional de Lima, con unos 43.000 asientos, tiene programado un concierto el 23 de noviembre.
Aficionados de todo el continente habían cuestionado a la Conmebol por no haberle retirado la sede de la final a Santiago tras semanas de manifestaciones que dejaron al menos 18 muertos, miles de detenidos y llevaron a millones de personas a las calles para protestar contra el modelo económico.
“Creo que es una buena elección la ciudad de Lima, lamentamos muchísimo no poder ir a Santiago», dijo el presidente de River Plate, Rodolfo D’Onofrio.
La Conmebol había puesto gran expectativa en torno a la final, que se jugará por primera vez en un partido único en un escenario neutral, luego de la polémica ocurrida en la definición del año pasado entre los argentinos River Plate y Boca Juniors que se aplazó debido a la violencia.
River se quedó con el título tras superar 3-1 a su eterno rival en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid.
Fuente: Excélsior