Madrid acogerá finalmente la cumbre del clima de Naciones Unidas, conocida como COP25. Así lo ha confirmado la ONU en un breve comunicado en el que recuerda que esta cita se celebrará dentro de un mes, entre el 2 y el 13 de diciembre. Chile era el país donde iba a tener lugar la reunión internacional, pero las protestas hicieron que el miércoles el presidente Sebastián Piñera renunciara a celebrar la cumbre. Pero menos de un día después de ese anuncio, Piñera y el presidente español en funciones, Pedro Sánchez, acordaron que Madrid sustituiría a Santiago de Chile.
En todo caso, Chile mantendrá la presidencia del encuentro, lo que supone coordinar las negociaciones de los delegados de los casi 200 países que asistirán a la conferencia. En total, se estima que la asistencia rondará las 25.000 personas.
La decisión de que Madrid fuera la sede se cerró en coordinación con la ONU, aunque faltaba que el llamado bureau de la COP, una especie de mesa ejecutiva permanente, diera el visto bueno. En principio, se esperaba que sus miembros, una decena de personas, se reunieran el lunes. Pero su presidente, el polaco Michal Kurtyka, ha decidido adelantar los contactos entre todos para que la decisión se tomara este viernes, como así ha ocurrido.
Pese a que todavía faltaba ese visto bueno, desde el Gobierno de Sánchez se daba por seguro que la cumbre se celebraría en España tras el pacto alcanzado con Chile, que contaba con el beneplácito de la ONU. De hecho, tras el primer anuncio, Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva del área de cambio climático de Naciones Unidas, consideró este jueves como algo “alentador” ver que “los países trabajan juntos en un espíritu de multilateralismo para hacer frente al cambio climático, el mayor desafío al que se enfrentan las generaciones presentes y futuras”.
España nunca ha acogido una cumbre del clima. Estas reuniones, que se celebran normalmente de forma anual desde 1995, se suelen organizar con 12 meses de antelación. A pesar del poco tiempo disponible, fuentes del Ejecutivo muestran su confianza en que se podrá llegar a tiempo.
La ministra de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, se puso en contacto el jueves con los partidos políticos para anunciarles el ofrecimiento que había hecho España a Chile. Unidas Podemos, a través de su parlamentario Juan López de Uralde, ha mostrado públicamente su apoyo para que se celebre la reunión en Madrid. De igual forma, Pablo Casado, líder del PP, ha expresado su conformidad con que la capital de España sea el escenario de la COP25. Se salva así el importante escollo que hubiera supuesto la oposición del resto de partidos a que se celebrara una cumbre con las inminentes elecciones a la vista, previstas para el 10 de noviembre.
La conferencia de la ONU que ahora se celebrará en Madrid debe servir para que los negociadores de los países terminen de cerrar el reglamento de desarrollo del Acuerdo de París contra el calentamiento, que se debe empezar a aplicar durante la próxima década. Pero, además, se espera que se incremente el número de naciones que se comprometen a elevar sus planes de recorte de emisiones de efecto invernadero, que, de momento, no son suficientes para que el calentamiento global se quede dentro de unos límites manejables.
Estas cumbres también sirven como lugar de encuentro y de presentación de los últimos informes climáticos de expertos, de empresas, organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales.
Fuente: El País