Como en sus mejores tiempos, Julio César Chávez y Jorge “Travieso” Arce dieron lo mejor de sí en el ring y emocionaron a más de cinco mil aficionados, quienes presenciaron el duelo que se realizó en el Auditorio Municipal de Tijuana.
El pleito estelar de la velada que fue a beneficio de Christian Castillo, hijo del ex campeón mundial José Luis Castillo y quien el pasado mes de julio sufrió un derrame cerebral, fue todo un éxito, con una pelea emocionante y que ambos parecieron quedarse con ganas de más.
La contienda estuvo llena de acción desde el inicio por dos ex pugilistas que no dejaron de soltar golpes en todo el primer round, Chávez quien mostró que no olvida cómo usar su mando izquierda, la que impactó en forma de gancho abajo y arriba.
Por momentos se quedaron parados en el centro del ring para emocionar con un intercambio de golpes a los seguidores que llenaron el inmueble fronterizo.
En el segundo asalto siguieron con la lluvia de golpes de ambos lados, aunque el legendario “JC” lució con su movimiento de cintura para quitarse muchos de los golpes del “Travieso”.
El pentacampeón sinaloense salió decidido a todo en el tercer rollo, pero se encontró con un Julio que lo conectó una y otra vez y que era ovacionado por la gente con gritos de “Chávez, Chávez”.
Al final los ánimos parecieron calentarse, pues sonó la campana que finalizaba el tercer y último round y los dos siguieron soltando golpes sin importarles la intervención del réferi, pero al final se calmaron para irse con aplausos de la gente.
Julio, quien al término de la batalla le dijo a Jorge Arce “no eres tan malo”, aprovechó el momento para lanzar un reto al tijuanense Erik “Terrible” Morales rumbo a una siguiente exhibición.
Previo a la pelea, Julio César Chávez fue reconocido como “Huésped distinguido” de la ciudad fronteriza, mientras que el tetracampeón mundial, Erik Morales, recibió las llaves de la ciudad como un homenaje a su trayectoria.