La iglesia católica respetará las decisiones del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero alzará la voz cuando sea necesario. Reitera su compromiso de trabajar con las autoridades, “porque alcanzar la paz no es responsabilidad sólo del gobierno y debemos eliminar discursos de división y encono”.
Al concluir los trabajos de la 108 Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) su presidente, Rogelio Cabrera López, y el secretario general, Alfonso Miranda Guardiola, exhortaron al gobierno federal responder de manera inmediata ante delitos de cualquier índole, pero también apostaron por el trabajo en conjunto a fin de erradicar males como la violencia, corrupción, impunidad e injusticia.
“Es evidente que la violencia no para y parece que no hay modo de detenerla. Insistimos en la colaboración, crear distancias hace que la autoridad esté sola y así tendrá dificultades para gobernar el país”, aseguró Cabrera López.
Desde la sede de la CEM, el también arzobispo de Monterrey mencionó que hay eventos que marcan la corriente mediática como lo ocurrido Culiacán, la tragedia de la familia LeBarón y la llegada a México del expresidente de Bolivia, Evo Morales, pero llamó a perder la confianza hacia los gobernantes.
“Nosotros confiamos en la gobernanza, por supuesto que no queremos más muertes, los mecanismos de protección y seguridad exigen mayor inteligencia para llevarlos adelante. Creo que tenemos que confiar, porque un país donde la desconfianza es el criterio para actuar, puede hacernos daño”, dijo.
Enfatizó que los temas fundamentales del gobierno, como disminuir la pobreza, la desigualdad, atender a los jóvenes, adultos mayores y luchar contra la corrupción son también parte de la agenda de la Iglesia Católica y que no les corresponde el papel de bloque opositor, puesto que para eso están los partidos políticos, como una contrapeso que genera equilibrio.
Fuente: Excélsior