Un monumento fue develado este sábado en recuerdo a las 22 personas que murieron en masacre en una tienda de la cadena Walmart en El Paso, Texas, en agosto pasado.
El obelisco dorado de 9.10 metros de altura, llamado la «Grand Candela», fue develado al público durante una ceremonia matutina en el estacionamiento de la tienda Walmart, la cual abrió sus puertas este mes por primera vez desde el tiroteo del 3 de agosto en el que, de acuerdo con la Policía, el agresor específicamente se centró en atacar a mexicanos.
Un acto privado de encendido se llevó a cabo el viernes para los familiares de quienes murieron en el ataque y para aquellos que sobrevivieron, incluyendo las 25 personas que resultaron heridas.
«Un monumento es importante para el proceso de sanación», afirmó Todd Peterson, gerente regional de Walmart cuyo territorio incluye El Paso.
El obispo de la diócesis de El Paso, Mark J. Seitz, habló en español e inglés en esta ciudad fronteriza que es hogar de muchos latinos al decir que se trata de un sitio sagrado y que espera que sea una muestra de que la gente puede «responder a las armas del odio con las armas del amor».
Días antes de la reapertura de la tienda tras una renovación, un monumento improvisado que había permanecido detrás del edificio fue derribado.
La Policía señala que el tirador, Patrick Crusius, de 21 años, condujo más de 10 horas desde su hogar cerca de Dallas para llevar a cabo la masacre.
Crusius se ha declarado inocente ante cargos de asesinato punible con la pena de muerte. La Fiscalía planea solicitar la pena de muerte para el acusado.