La semana pasada, Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia, llamó a que los hechos violentos en Culiacán y el asesinato de miembros de la familia LeBarón “no se magnifiquen”, porque tienen un impacto en el “espíritu de la inversión”.
“Esta situación (la violencia) me duele más de lo que me preocupa. Estos eventos tienen un impacto emocionalmente y en el espíritu de las inversionistas”, dijo quien es considerado como el enlace entre los empresarios y el presidente de México.
Además, manifestó la idea de que se deben poner en marcha planes para atacar la inseguridad y reconocer la existencia del problema; aceptó que la economía mexicana no ha crecido como se esperaba por factores provenientes del extranjero como el proteccionismo de Estados Unidos, el Brexit y la desaceleración mundial. Esto se suma a que en México se vive en un cambio de régimen, se lucha contra la corrupción y se ha evidenciado la lucha contra la corrupción.
Y bueno, ya que estamos en estas, y han solo unas pocas semanas de “celebrar” el maravilloso primer año de la cuarta transformación, díganos, señor Romo, ¿qué sí podemos magnificar?
De seguir las cosas como van hasta ahora, sin duda México estará en un grave riesgo como nación.
Este es un gobierno fallido por donde se le vea, así lo indican los pésimos resultados que tiene esta administración en economía, el empleo, la salud, la educación, el medio ambiente, la transparencia y rendición de cuentas, así como la seguridad, entre muchos otros.
Pero también porque las bases de la transformación en las que se sustenta este gobierno están en crisis: la misma presidencia y su gabinete de gobierno; el partido de Estado; los programas sociales y su estructura clientelar; las Fuerzas Armadas; el trato institucional con el gobierno de los Estados Unidos; la comunicación gubernamental y la relación con los empresarios.
En todo hay pésimos resultados y focos rojos. Durante esta administración varios problemas se han agudizado.
Así de mal como están gobernando AMLO probablemente en 2020 tampoco tengamos buenos resultados; luego en 2021 dirán que los resultados se verán en el 2024, como ya lo dijo el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, y al final del sexenio pedirán un gobierno más.
Nuestro país vive un periodo de incertidumbre y frustración, nunca nos habíamos preocupado como ahora, hasta por una intervención extranjera.
El presidente y su movimiento político no corrigen la forma y el fondo, señor Romo, ¿esto sí vale la pena magnificarlo o tampoco?
Aletia Molina
@AletiaMolina1