La película Entrevista con el Vampiro se estrenó el 11 de noviembre de 1994 y pronto se convirtió en uno de los mayores éxitos de ese año con 224 millones de dólares recaudados en la taquilla mundial.

El proyecto lo tenía todo para convertirse en un éxito: a la mayor estrella de Hollywood como protagonista (Tom Cruise) y un material de origen (la novela original de Anne Rice) alabado por la crítica y los lectores.
Hasta la última gota
Al basarse en una novela muy exitosa, la película de Neil Jordan siempre generó gran interés.
Anne Rice quería que su Lestat fuera interpretado por Daniel Day-Lewis (que rechazó al papel) o Jeremy Irons (quien fue ignorado por el estudio).
Debido a que creía que Hollywood era una industria homofóbica, antes de iniciar el rodaje Rice pensó en transformar a Louis en mujer. La cantante Cher fue la primera opción para el rol, antes de desechar la idea.
La película fue dedicada a la memoria de River Phoenix, quien falleció en 1993 de una sobredosis. El actor iba a interpretar originalmente al periodista Daniel Molloy , rol que acabó en manos de Christian Slater.
Aunque no fue su primer papel en cine (debutó en 1989), sí fue el primero con trascendencia en la carrera de Kirsten Dunst, quien a los 11 años fue nominada para un Globo de Oro.
Los efectos visuales fueron creados por Stan Winston y su equipo, responsables de los FX de películas como Jurassic Park y Terminator 2: El Juicio Final.
Oprah Winfrey abandonó una función de la cinta a los 10 minutos e incluso consideró cancelar su entrevista con Tom Cruise, pues tenía miedo de los temas oscuros y «diabólicos» que se abordan en la película.
La canción más famosa del soundtrack fue «Sympathy for the Devil», interpretada por Guns N» Roses. Fue la última rola de la banda en la que participaron Slash y Duff McKagan.
El 17 de noviembre de 1994, una pareja vio el filme y al día siguiente, el hombre acuchilló a su pareja siete veces para después beber su sangre. En la corte, el tipo aceptó que la película lo había motivado.
Desde 2014 está en desarrollo una nueva trilogía sobre las Crónicas Vampíricas, la serie de novelas de Rice. Alex Kurtzman y el mexicano Roberto Orci son los productores de este proyecto de Universal Pictures.

Sin embargo, hay alguien que no guarda un gran recuerdo de ella, y ese es Brad Pitt.

«¡Fui muy desgraciado! Seis meses en la puta oscuridad», narró a Entertainment Weekly, en 2011.

Pitt, quien no era todavía la superestrella en la que se convertiría después de Leyendas de Pasión (1994), dijo que aceptó el papel sin siquiera leer el guión.

«Lo mejor que obtuve de esa película es mi historia de amor con Nueva Orleans. Rodábamos por la noche, así que andaba en bici todas las noches. Hice grandes amigos allí», reconoció. «Pero luego llegamos a Londres, y ahí todo fue una puta oscuridad. Era lo más duro del invierno».

Se filmaba a esas horas porque Neil Jordan, el director, no quería que el sol tocara la cara de los actores durante el rodaje. Ya en Londres, se movieron a los enormes y lúgubres Estudios Pinewood.

«Lo confieso, un día me quebré. Pensé que la vida era demasiado corta para esa calidad de vida. Llamé a (el productor de la película) David Geffen, que era buen amigo mío, y le dije: ‘No puedo más. No puedo hacerlo. ¿Cuánto me costaría abandonar?’.

«Él respondió, con mucha calma: ‘Cuarenta millones de dólares’. Y le digo: ‘Muy bien, gracias’. Sirvió para acabar con mi ansiedad. Pensé: ‘Tengo que levantarme y manejar esto», declaró a Entertainment Weekly.

Eso no fue lo peor del rodaje: para lograr el aspecto mortecino de los personajes, durante 30 minutos al día, Pitt y Cruise tenían que estar colgados bocabajo.

Jordan quería que mantuvieran el aspecto de dos vampiros recién salidos del ataúd y, con esta técnica, la sangre desaparecía de sus caras.

Tanto sacrificio mereció la pena en cuanto a la taquilla, pero la crítica calificó a Pitt como lo peor de un reparto en el que figuraban Antonio Banderas, Christian Slater y Stephen Rea.