Corea del Norte puede ir camino de convertirse en un foco descontrolado de propagación de peste porcina africana (PPA) que resulta mortal para los cerdos y que ha estado causando estragos en toda Asia, informa Bloomberg.
Cinco jabalíes infectados fueron encontrados muertos en la zona ubicada entre la dos Coreas a primeros de octubre, lo que puso de manifiesto que los animales pueden transmitir fácilmente el virus y que la infección podría estar muy extendida en Corea del Norte.
Por su parte, Corea del Sur ha desplegado helicópteros para desinfectar partes de la barrera fronteriza de 250 kilómetros de largo, cerca de la que se registró más de una docena de brotes en granjas. Asimismo, el martes anunció que desplegará francotiradores y cazadores en la frontera común para exterminar cerdos y jabalíes salvajes infectados, evitando de esa forma que el virus se propague hacia el sur.
Según Lee Hye-hoon, jefa del Comité de Inteligencia surcoreano, la peste porcina africana se ha propagado por casi todas partes de Corea del Norte, mientras que los cerdos de la provincia Pyongan del Norte han sido exterminados.
El virus mató 22 cerdos en una granja ubicada a unos 260 kilómetros al norte de Pionyang, cerca de la frontera con China, destacó el Ministerio de Agricultura de Corea del Norte en un informe dirigido en mayo a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE). Sin embargo, desde entonces no han presentado ningún informe de seguimiento.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura tampoco ha obtenido más información sobre la situación en Corea del Norte. De momento, la organización espera la autorización de Pionynag para enviar su delegado al país asiático.
La transmisión del virus puede poner en serio riesgo la seguridad alimentaria de Corea del Norte, comenta Cho Chunghi, que se fue en 2011 del país, donde participó en programas gubernamentales de control de enfermedades animales. «La carne de cerdo representa alrededor del 80 % del consumo de proteínas de Corea del Norte y, con las sanciones globales en marcha, va a ser difícil para el país encontrar una fuente alternativa de proteínas», destaca el especialista. Según explica, el número de granjas de particulares supera en cantidad a las del Gobierno, lo que hará casi imposible detener la propagación.
Además, esta propagación de peste porcina africana podría llegar a poner en peligro toda la península coreana, así como los países vecinos China y Rusia.
«El hecho de que Corea del Norte haya reportado el brote a una organización internacional sugiere que la situación, probablemente, se le esté yendo de las manos», sostiene Ahn Chan-il, un exsoldado norcoreano que desertó en 1979 y que ahora dirige el Instituto Mundial de Estudios de Corea del Norte. «Un apocalipsis está en marcha», advierte.