Ginger Baker, el batería del grupo de rock británico Cream, también formado por Jack Bruce (voz y bajo) y Eric Clapton (guitarra), murió a los 80 años, anunciaron sus familiares este domingo en su cuenta de Twitter.
«Estamos tristes al anunciar que Ginger ha muerto plácidamente en el hospital esta mañana. Gracias a todos por sus amables palabras en las últimas semanas», indicaba el tuit publicado en la cuenta del músico.
Ginger Baker es uno de los tres grandes baterías británicos de la historia del rock, que hicieron leyenda en la segunda mitad de los años 1960 junto a Charlie Watts (Rolling Stones) y Mitch Mitchell (Jimi Hendrix Experience).
Nacido en Lewisham, un barrio del suroeste de Londres, en 1939, el músico —que por poco hizo carrera como ciclista— dio sus primeros pasos en el mundo del jazz británico, que en ese momento se iba abriendo hacia el Rhythm’n Blues.
En 1962 sustituyó a Charlie Watts, que se incorporó a los Rolling Stones, en el grupo de Alexis Corner.
Luego, Ginger Baker se forjó su leyenda como miembro de los Cream, el famoso trío, en compañía del guitarrista Eric Clapton y del bajista Jack Bruce.
En ese grupo, destacó por sus solos interminables y su estilo, basado en unos incesantes redobles y un exuberante toque de platillos.
Tras la disolución de Cream en 1968, se incorporó a otro grupo efímero, Blind Faith, antes de fundar el Ginger Baker’s Air Force.
Al frente de esta formación, en la que también figuraba el organista Stevie Winwood, interpreta un rock psicodélico con toques de Rythm’n Blues, con incursiones en la música folk, cantos indígenas y percusiones africanas.
Tras su paso por Lagos, adonde fue para ampliar conocimientos de los polirrítmos africanos, volvió a Inglaterra y experimentó con el rock progresivo.
En los años 1980 fundó una escuela de batería en Milán y, después de ello, se trasladó a California, donde se centró en el funk y el afrojazz.
Durante toda su vida, nunca dejó de tocar. Entre sus discos más destacados se encuentra Going back home, de 1993, que grabó junto al guitarrista Bill Frisell y el contrabajista Charlie Haden.
Fuente: Excélsior