Gracias por asomarse a la ventana…

 

El resultado de la consulta popular en Baja California perfila un mandato no de dos sino de cinco años para Jaime Bonilla, por más que muchos califiquen el ejercicio como una burla a la democracia.

 Jaime Bonilla, electo en junio, es el payaso del circo montado por convocatoria de un Congreso dominado por Morena que hizo la ley, disfraza la trampa y se somete al gobernador electo, desde luego con la bendición del mandamás de Palacio. Los legisladores sumisos a las diosas redactaron las preguntas de manera mañosa, financiaron el proceso, contaron los votos y fueron los jueces para garantizar la limpieza del ejercicio. Picharon, cacharon y batearon.

 El truco perverso escapa a la materia electoral. De nada sirven las acusaciones del Instituto Nacional Electoral por el atropello legal mediante una práctica antidemocrática y tramposa que indujo las respuestas de la encuesta patito, ¿o debo decir gansito?

 Encuestas de salida, concluyen que entre el 70 y 76 porciento los bajacalifornianos votaron para que Jaime Bonilla gobierne cinco años. Lo que poco se dice es que sólo participaron 2 de cada cien ciudadanos. ¿Será que cada vez menos ciudadanos se chupan el dedo?

 Sin entrar en más detalles, la consulta insulta.