El jefe del Gobierno de Cataluña, Quim Torra, propuso llamar un nuevo referéndum independentista, y condenó los hechos de violencia que se vivieron en las jornadas de protesta de los últimos días. Desde la oposición, pidieron su renuncia. Lejos de menguar, las protestas siguen tomando fuerza: cinco marchas siguen avanzando desde distintas zonas de la región, con destino a la jornada de paro convocada para mañana en Barcelona.
En un discurso desafiante ante el Parlamento catalán, Torra volvió a criticar las condenas emitidas por el Tribunal Supremo español. «Si por poner las urnas nos condenan a 100 años de cárcel, la respuesta es clara: habrá que volver a poner las urnas para la autodeterminación», dijo. El jefe del Gobierno catalán lanzó la propuesta de un nuevo referéndum sin contar con el apoyo de sus socios en el gobierno, la Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). «Ningún tribunal impedirá seguir impulsando a este presidente iniciativas sobre el derecho a la autodeterminación», afirmó. En el inicio de su discurso, Torra aseguró que el fallo del máximo tribunal de España es «el golpe a la democracia más grande que se ha producido desde 1978″. “Si nuestros compañeros se han declarado culpables, yo también lo soy. He decidido autoinculparme. Soy también autor de este falso delito que se les ha imputado», dijo en tono épico.
Hace dos años políticos y líderes sociales independentista intentaron sin éxito la independencia de Cataluña. Llamaron a un referéndum de autodeterminación sin el acuerdo del Poder Ejecutivo español, ni de la justicia. Eso les valió el inicio de un proceso judicial que culminó el lunes con sentencias que van de 9 a 13 años para los líderes del movimiento.
Torra volvió a animar las manifestaciones pacíficas contra la sentencia y condenó los disturbios en las protestas de los últimas dos días. Calificó como alborotadores a las personas que durante la noche del miércoles organizaron barricadas e incendiaron cestos de basura en el centro de Barcelona. También pidió que se investigue a los agentes antidisturbios que actuaron para contener a los manifestantes. Su demora a la hora de condenar los actos de violencia le valió críticas por parte de la oposición. “No vamos a permitir que gente decente tenga miedo por su tsunami violento», dijo la líder de Ciudadanos, Lorena Roldán. «En vez de parar, usted agradeció a los comandos su trabajo», le dijo a Torra. En tanto, el líder socialista catalán Miquel Iceta recriminó al jefe del Gobierno regional que haya vuelto a proponer «errores del pasado» como la «unilateralidad» del referéndum. «En sus manos, el autogobierno vuelve a estar en riesgo. Dimita, convoque elecciones», pidió Iceta a Torra.
El presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, presidió junto a su ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, el comité de coordinación que sigue la evolución de la crisis en la región. Sánchez dijo que va a “modular” su respuesta en función de la actitud del jefe de Gobierno regional, Quim Torra. “Garantizaremos los derechos de todos en Cataluña desde la firmeza, la moderación y la unidad», dijo, tras reunirse ayer con líderes de la oposición: el conservador Pablo Casado, el liberal Albert Rivera y el progresista Pablo Iglesias.
Tampoco ahorró críticas contra Torra, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. «Necesitamos gobiernos que dialoguen, reducir la testosterona, diálogo y empatía”, dijo Colau, que condenó el tono «sobreactuado» del Jefe de Gobierno catalán. Colau también se refirió a los partidos independentistas de la región. “Han estado inflamando con su retórica y no han estado gobernando, han hecho dejación de funciones en los servicios, y además han hecho promesas que sabían que eran irrealizables a corto plazo”, condenó. «No queremos más fuego en las calles de Barcelona. Ni otro exceso en la represión de las protestas», pidió en un video publicado en Twitter.
Durante la jornada de este jueves, manifestantes independentistas cortaron varias rutas. Mientras tanto, prosiguen las denominadas «marchas por la libertad», que discurren a pie por carretera para concentrarse en Barcelona mañana, cuando está convocada una huelga general en toda Cataluña. También fueron ocupadas vías férreas por manifestantes cerca de Barcelona, perturbando la circulación de trenes en las cercanías, aunque el servicio fue restablecido posteriormente, según el gestor de la línea férrea.
Los estudiantes también se movilizaron en el centro de la ciudad. «El presidente Torra critica la sentencia, pero luego envía a los Mossos d’Esquadra (la policía catalana) a reprimir las manifestaciones de la gente que lucha contra esta sentencia. Es un papel súper hipócrita», dijo Oriol González, de 23 años y sindicalista estudiantil. Ayer, la convocatoria de los denominados Comités de Defensa de la República (CDR) reunió por la tarde a unas 22.000 personas en las calles de Barcelona. Algunos manifestantes se dirigieron después a la consejería de Interior, donde lanzaron objetos contundentes, como piedras y botellas. Los agentes ubicados alrededor del edificio reprimieron a los alborotadores. Tras esta respuesta, varios centenares de jóvenes se dispersaron por las calles cercanas a la consejería, encendieron hogueras y levantaron barricadas. También volcaron motocicletas y prendieron fuego tachos de basura, que hicieron arder coches estacionados en las proximidades, con lo que se repitieron escenas como las vividas la noche anterior.
El saldo de las jornadas de protesta del miércoles en todo el territorio catalán, fue 33 personas detenidas. Recibieron asistencia médica 96 personas, de ellas 58 en Barcelona, según anunciaron los servicios sanitarios. Las manifestaciones comenzaron el lunes, luego de conocerse la sentencia del Tribunal Supremo a los líderes independentistas. Esa misma noche miles de personas intentaron bloquear el aeropuerto de la capital catalana, dando comienzo a una semana agitada para Cataluña, con futuro incierto.
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