Arabia Saudita invitó informalmente a Brasil a unirse a la OPEP, dijo este miércoles el presidente Jair Bolsonaro, una señal tanto de la creciente importancia de la nación latinoamericana como productor de petróleo como del desafío que representa para la influencia del grupo de productores en los mercados de crudo.
Bolsonaro recibió la invitación tras sostener reuniones esta semana con altos funcionarios sauditas, incluido el príncipe heredero Mohammed Bin Salman, comentó el mandatario al margen de la conferencia Iniciativa de Inversión Futura en Riad.
“Es el primer paso para, tal vez, implementar esta política en Brasil”, señaló Bolsonaro, y agregó que necesitaría consultar con el equipo económico y el Ministerio de Energía de Brasil antes de aceptar unirse. Indicó en un panel de discusión en la conferencia que estaba ansioso porque Brasil aceptara la invitación.
Si se uniera, Brasil podría convertirse en el tercer mayor productor de la Organización de Países Exportadores de Petróleo después de Arabia Saudita e Irak. La próspera producción de Brasil está complicando el esfuerzo de la OPEP para apoyar los precios del crudo frente al aumento de la oferta de los campos de shale de Estados Unidos y el debilitamiento de la demanda mundial.
Las reservas de petróleo de Brasil son mayores que las de varios miembros de la OPEP, detalló Bolsonaro. Brasil y la OPEP podrían formar “una gran asociación” para ayudarse mutuamente a estabilizar los precios mundiales de los combustibles fósiles.
Brasil produjo 2.71 millones de barriles diarios en 2018, según la Agencia Internacional de Energía (AIE), que pronostica que la producción promedio del país llegará a 2.9 millones este año y 3.22 millones en 2020.
La producción brasileña en agosto aumentó en 220 mil barriles por día a un récord de 3.1 millones, expuso la AIE en su informe más reciente.
Fuente: El Financiero