Desde 2017, cada que se acerca el 19 de septiembre, miles de personas manifiestan un trastorno psiquiátrico característico en quienes han vivido eventos traumáticos, nos referimos al “estrés postraumático”, en especial cuando recuerdan lo ocurrido hace dos años, tras el sismo y algunos casos se han documentado desde el terremoto de 1985.
Según especialistas en psicología, ese síndrome aparece en personas que han experimentado un episodio traumático o han estado cerca de uno, como una guerra, un secuestro, una inundación, la muerte de un familiar, incluso un terremoto.
Cuando una persona experimenta esta condición, es necesario dejar que su organismo descanse. Dormir es uno de los antídotos contra la ansiedad y desesperación, y aunque mucha gente sufre alteraciones a la hora de dormir, es importante que intente descansar.
Cada que se acerca una fecha para recordar el evento, muchas personas experimentan estrés y miedo a que se repita, si no reciben tratamiento, pueden llegar a perder el deseo de trabajar y convivir, y en ocasiones, recurren al alcohol o las drogas, por eso el tratamiento es a largo plazo.
Luego de los desastres, tanto del 7 en Oaxaca y en Chiapas, como el 19 en la capital del país en 2017, el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente fue el encargado en coordinar a la atención de las personas afectadas, y también para diseñar un programa de atención de Salud Mental y Psicosocial en situaciones críticas y desastres, para lograr estos objetivos, los especialistas han venido trabajando en la estructura institucional liderada por la Secretaría de Salud, en coordinación con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
Fuente: Heraldo de México
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