Se llama Karen y a sus 29 años ya hizo historia: es la primera mujer en volar un avión F5 de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), el más veloz de ese cuerpo, aeronave de combate, un peleador táctico multipropósito que tiene entre sus funciones la intercepción y el reconocimiento aéreo.
Más aún, este 16 de septiembre será la primera copilota en participar en el desfile militar del Día de la Independencia.
A los ocho años, recuerda, miró el cielo y escuchó el particular estruendo que producen los aviones. Ahí, entre nubes y tonos celestes, fincó su propósito y dio forma a su sueño: ser pilota.
Aproximadamente en 1998, cuando iba en la primaria, vi pasar por primera vez a los aviones y escuché que mencionaron a los pilotos aviadores. Ahí surgió la idea de llegar a ser eso, entonces se lo comenté a mi familia y creo que todo el tiempo me han apoyado”, cuenta a El Heraldo de México.
Hoy 21 años después, Karen Vanesa Velázquez Ruiz, es teniente de la FAM, estará a bordo de un F5 de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Días antes de surcar el cielo con motivo del 209 aniversario de la Independencia de México, se dice emocionada, “ya quiero participar en el desfile y siento una gran responsabilidad”.
El próximo lunes, una vez lista y con la autorización de la torre de control de la Base Aérea de Santa Lucía, despegará de la pista para participar en la formación de aviones F5 del Escuadrón Aéreo 401.
Karen Vanesa estará a bordo del avión líder biplaza como piloto de seguridad, bajo el mando del teniente coronel Caudillo. “Soy la encargada de apoyar al comandante en el cálculo de tiempos y velocidades para poder hacer las pasadas a tiempo”, explica.
“Este avión es el más rápido que hay en la Fuerza Aérea, por lo que tiene ciertos requerimientos que se deben cumplir y para cubrir esos parámetros, necesitamos mucho estudio y mucha práctica”, aseguró.
Actualmente, la pilota se encuentra en adiestramiento para convertirse en comandante de este tipo de nave, quien sabe que tiene una gran responsabilidad ante sus compañeros de vuelo.
“Faltan horas de vuelo y cumplir con el programa de adiestramiento autorizado; es decir, me faltan aproximadamente 15 horas de vuelo, en 15 sesiones, para seguir conociendo más del avión y al final alcanzar los objetivos deseados, que es poder controlar la aeronave de una manera eficiente”, asegura.
Antes de cada vuelo repasa los procedimientos: “Este avión es muy rápido, puede sobrepasar la velocidad del sonido, entonces tenemos que pensar por adelantado, anticiparnos a lo que está sucediendo en el vuelo y la concentración debe estar ciento por ciento”.
En 2008 Karen ingresó a la Escuela Militar de Aviación, dependiente del Colegio del Aire, donde se graduó como licenciada en Ciencias Militares Piloto Aviador. Posteriormente, voló el Casa 295-M y el King Air, ambos destinados al transporte de pasajeros.
Tras 11 años de servicio y 700 horas de vuelo, asegura que en el interior del ejército no hay diferencias entre hombres y mujeres.
Fuente: Heraldo de México