Los demócratas quieren abrir el melón de las llamadas de Donald Trump con otros líderes mundiales. La investigación parlamentaria contra el presidente de Estados Unidos ya se ha puesto en marcha y el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Adam Schiff, ha defendido el interés de conocer el contenido de las conversaciones entre el mandatario neoyorquino y el presidente ruso, Vladímir Putin. La demanda tiene lugar apenas unos días después de que se hiciera pública la transcripción del diálogo entre el republicano y su homólogo ucranio, Volodímir Zelensky, en la que Trump pide insistentemente una investigación sobre su rival político Joe Biden y el hijo de este, Hunter. El caso ha impulsado las pesquisas para un impeachment (destitución política).
“Creo que la necesidad primordial aquí es proteger la seguridad nacional de Estados Unidos y ver si en las conversaciones con otros líderes –y, en particular, con Putin- el presidente estaba socavando nuestra seguridad con el objetivo de verse beneficiado en la campaña [electoral]”, dijo el demócrata Schiff este domingo en Meet the Press, programa de la cadena NBC, según las declaraciones recogidas por Reuters. Las charlas entre Trump y Putin constituyen material especialmente sensible, habida cuenta de la controvertida simpatía que el presidente norteamericano ha manifestado hacia el ruso, cuando la Justicia y los servicios de inteligencia estadounidense lo acusan de haber ordenado una campaña de injerencia en las elecciones de 2016. Moscú ya advirtió el viernes de que no estaba por la labor de permitir esa exposición, a diferencia del Gobierno ucranio, que dio luz verde a petición del propio Trump.
La Casa Blanca ha ocultado algunas transcripciones —no literales, sino notas elaboradas por los funcionarios que escuchan esas conversaciones del presidente— de las llamadas más delicadas, como las de Putin o la familia real saudí, según publicó The New York Times el pasado viernes, citando empleados y exempleados de la Administración. Dichos documentos se almacenan en un servidor especial para contenidos muy confidenciales a raíz de las filtraciones que se produjeron al inicio de la Administración de Trump.
Los demócratas, que desde las elecciones legislativas de noviembre cuentan con la mayoría en la Cámara de Representantes, ya han comenzado a mover las primeras piezas de la investigación: han emitido citaciones sobre documentos sobre Ucrania al secretario de Estado, Mike Pompeo, y establecido contactos para acordar declaraciones de testigos. Según explicó Schiff en otra cadena de televisión, ABC, los legisladores están preparando las condiciones para que el confidente anónimo que presentó la denuncia sobre el caso Ucrania pueda declarar sin ver expuesta su identidad, todo un secreto hoy por hoy. “Lograremos el testimonio sin filtros de ese denunciante”, dijo el congresista californiano.
La prensa estadounidense ha identificado al informante como un miembro de la CIA que había estado destinado durante un tiempo a la Casa Blanca, pero que ahora estaba de regreso a la agencia de inteligencia, lo que le permitió el acceso a las fuentes dentro del aparato presidencial. El exalcalde de Nueva York y abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, una pieza clave de este caso por sus múltiples contactos con funcionarios ucranios, también es un firme candidato a comparecer ante el Congreso. Los demócratas llamarán a declarar, además, a varios funcionarios del Departamento de Estado, como la exembajadora en Ucrania Marie Yovanovitch.
Tras una semana de tormenta política, el presidente ha pasado el fin de semana sin actividades públicas, más allá de seguir defendiéndose vía Twitter de las acusaciones. El sábado publicó un vídeo en el que advirtió a sus seguidores de que Estados Unidos «está en juego como nunca antes». «Quieren quitarles sus armas, quieren quitarles su atención médica, quieren quitarles su voto, quieren quitarles su libertad», aseguró. “Todo es muy simple. Están tratando de detenerme porque estoy luchando por ustedes, y nunca dejaré que eso suceda».
Fuente: El País