Hay circunstancias que son incontrolables. Desde el inicio, Ferrari se empeñó en guionizar cada movimiento de sus pilotos para conseguir otro deseado doblete en el Gran Premio de Rusia. El abandono de Sebastian Vettel en el ecuador de la prueba destrozó una carrera más que controlada. El safety car virtual brindó las dos primeras posiciones a Mercedes y Lewis Hamilton no desaprovechó el afortunado regalo para conseguir la victoria y liderar el doblete de Mercedes en Sochi.
El sol lucía con fuerza sobre el cielo del Parque Olímpico de Sochi cuando las luces del semáforo dieron el comienzo de la carrera. Tras pasar a Hamilton a los pocos metros, Vettel se pegó al rebufo de Leclerc para adelantarlo en la primera curva. Un movimiento totalmente orquestado por Ferrari: no querían poner en peligro el 1-2 de los coches rojos. Mientras, escasos metros por detrás, Sainz realizaba una de sus mejores salidas del año para adelantar a Valtteri Bottas. El español se colocaba cuarto.
No tardaron en llegar los incidentes. Giovinazzi se llevó puestos a Grosjean y Ricciardo. El piloto francés se fue directo contra las protecciones. Primer abandono de carrera y safety car en pista.
Después de tres vueltas para limpiar la pista, Vettel comandaba la carrera, perseguido de cerca por su compañero. Los mensajes por radio entre el muro y los dos coches de Ferrari entraron en un frenesí de desencuentros. Vettel, con buen ritmo, no devolvía la posición al monegasco. Realmente, el pacto incluía que el alemán utilizase el rebufo para adelantar a Hamilton en la salida, aunque éste lo aprovechó también para ponerse líder. El desconcierte dentro del habitáculo del coche 16 era total.
Bottas, por su parte, adelantaba a Sainz tras varias vueltas pegado al McLaren. No era la lucha del madrileño. En la vuelta 17 también perdería la posición con Max Verstappen. El madrileño era sexto; el primero del resto.
El cambio de posiciones entre los dos Ferrari se efectuaría mediante las paradas en boxes. El primero en pasar por el pit lane fue Leclerc, en la vuelta 23. Ahí se inicia un undercut perfectamente controlado. El monegasco montó medios y comenzó a teñir los parciales de morado. El turno de Vettel llegó en la vuelta 26. La diferencia entre ambos era de 24 segundos, justo y suficiente para que Leclerc se pusiese por delante.
Solo dos vueltas después, el tetracampeón abandonaba por un fallo mecánico. El incidente provocó un safety car virtual que puso en el liderato en bandeja a Hamilton. El inglés paró a cambiar gomas y se colocaba por delante de Leclerc. Giro de guion inesperado. En apenas un par de vueltas, un doblete de Ferrari mudó a un posible 1-2 de Mercedes.
Russell sufría otro problema mecánico que obligaba al safety car a salir a pista. Con esta circunstancia, Leclerc aprovechó para entrar en boxes para montar blandos. El monegasco tenía una parada gratis.
El coche de seguridad abandonó la pista y Leclerc comenzó a buscar desesperadamente el adelantamiento a Bottas. 20 vueltas por delante, que parecía un mundo, pero insuficientes al final para que el monegasco pudiese vencer en la pista. La fortuna sonrió a Mercedes en Sochi, que se lleva un doblete que ya brillaba en color rojo. Sainz, en sexto lugar, contuvo todo lo que pudo a Alexander Albon, con un coche superior. Brillante actuación del madrileño que vuelve a ser el «mejor del resto». La próxima cita, en Japón, dentro de dos semanas.
Fuente: Car & Driver