Cómo describir las sensaciones, vivencias, entrega, convicción, congruencia, compromiso, amor, amistad de este grupo de seres humanos que se plantan en defensa de la vida. Que tienen nombre y apellido, y quienes como Quijotes y Sanchos enfrentan ante gigantes corporativos y les dicen ¡ya basta!.
Tienen que acompañarme a León, Guanajuato nos dijo Rubén Arvizu Director para América Latina de Ocean Futures Society, OFS la fundación de Jean Michel Cousteau, el hijo del famoso Capitán donde colaboramos mi esposa y yo.
Están construyendo un desarrollo inmobiliario entre una Área Natural Protegida, ANP (Parque Metropolitano), y un parque municipal (El Parque Los Cárcamos) que es un vaso regulador, eso cuando menos. Así que pedí información y me conectaron con el Quijote mayor del grupo Salvemos El Humedal, el abogado Gustavo Lozano.
Me puse a investigar más a fondo y lo primero que me llamó la atención es que no hay información biológica del sitio. Hasta que en una página de ciencia ciudadana de la CONABIO encontré una visita en Marzo de este año donde un biólogo saliendo a pajarear describe el sitio y sus habitantes. En total hace 150 registros y encuentra 34 especies diferentes de aves, peces y mamíferos, (23 locales, 3 endémicos, 5 migratorios y 3 exóticos o introducidos: palomas, gansos y patos domésticos, que es práctica común en la localidad). Es un sitio de importancia para descanso, reproducción, refugio y alimentación para todas estas especies. El hábitat que conforma el tular les proporciona la seguridad y aislamiento, en una metrópoli agresiva para la vida silvestre, necesaria para que puedan satisfacer sus necesidades ecológicas básicas.
Para nosotros la defensa del Humedal tiene nombres, caras e historias de vida. Un compromiso con la defensa de la vida y la necesidad de una comunión con el entorno natural cada vez más importante a medida que la ambición del ser humano trasquila la naturaleza en nombre del empleo, la inversión y una vulgar ganancia económica en detrimento de la calidad de vida y
afectando la vida de otros seres vivos que nos comparten el entorno antes natural y ahora lleno de cemento.
A principios del siglo XX León era una ciudad a los pies de una sierra que le dotaba de bosques de pino-encino y una microcuenca hidrológica llena de afluentes de ríos que bajaban por la sierra y producían estanques idílicos como el del Cárcamo, un apacible tular con un microclima fresco y lleno de trinos de aves a pesar de que un periférico recorre su entorno a unos cuantos metros de ahí. Me atrevo a decir que es el último ecosistema primigenio de León en estado natural y es en definitiva un humedal.
Un amigo, joven empresario guanajuatense, me dice que el estanque quedó escondido en las obras del periférico y gracias a eso se conservó intacto. Nadie lo nota.
Parte de nuestra misión junto con un experto, el Dr. Jaime Torres Director de un ANP que es un manglar en Nayarit, perito ambiental y que pertenece a le red de humedales de CONABIO, era determinar si el lugar es en realidad un humedal y si sus servicios ambientales están comprometidos con la edificación de la obra.
León es una ciudad de más de 2 millones de habitantes. En el censo de 2015 tenía 1.6 millones de habitantes y era la cuarta ciudad más poblada del país después de CdMx, Guadalajara y Puebla. Es una ciudad industrial donde el desarrollo fue comiéndose los bosques, los cuerpos de agua e intubando sus ríos o volviéndolos vialidades que se inundan en cada temporada de lluvia.
Hay tan solo 83 mil árboles en León, uno por cada 30 habitantes. Me atrevo a decir que es la ciudad con menos árboles del país. Sufre de un severo estrés hídrico, carencia del vital líquido que se escurre en sus alcantarillas al no poder permearse al suelo debido a la cantidad de asfalto que cubre sus suelos. Así de sencillo.
El Cárcamo que en su nombre lleva el pecado (cárcamo es una zanja hecha por el hombre para los molinos que aprovechaban el agua) se forma por escurrimiento de la presa en el Parque Metropolitano, pero también de varios ríos hoy entubados. Es cuando menos un vaso regulador que evita inundaciones en la zona. Sin embargo, pese a lo que afirma la ciudad y los
constructores que parecen ser uno mismo, es un humedal que produce oxígeno, limpia le agua, es refugio y alimento de otras especies, fija carbono (hasta 5 veces su biomasa visible), exporta nutrientes que ahora van a dar a la alcantarilla y siendo positivos quizás a alguno de los pocos árboles que sobreviven al asfalto.
El primer día nos llevaron estos modernos Quijotes, Sanchos y Dulcineas del colectivo Salvemos el Húmedal a recorrer Los Carcámos, el Parque Metropólitano (un lugar a todas luces artificial e impactadísimo, que no es un ANP a pesar del decreto) y sus ríos convertidos en alcantarillas o vialidades. Después al día siguiente tuvimos una energética y reconfortante plática con más de 60 alumnos de primaria interesados en conservar el lugar. Los niños son los tomadores de decisiones del futuro.
Rubén Arvizu les dijo que era importante que conservaran ese lugar porque es la fuente de oxígeno, agua y biodiversidad como los patos y aves que en ese momento veíamos y escuchábamos. Jaime que era necesario conservarlo porque ayuda a defender a la ciudad contra los efectos del Cambio Climático al ser un reservorio importante de carbono, el más importante después de los océanos y finalmente un servidor les dijo que tienen que ir cada semana a ese lugar a conocerlo, pasear, llevar a sus amigos y vecinos, en resumen apropiarse de esta joyita un bello ecosistema, el último de su clase en la ciudad.
Posteriormente tuvimos una conferencia de prensa con medios escritos, electrónicos, televisión y radio. Repetimos lo mismo pero subrayando la importancia de la labor de los medios en la difusión del problema y nuestra participación que pretende ser un diálogo con las autoridades (que por ley, Ley de Responsabilidad Ambiental, tienen que dar cuenta de la evaluación y permiso que otorgaron y la empresa de cumplir las condicionantes que al parecer no lo están haciendo), con la empresa; y sobre todo para apoyar a los ecologistas y pedirle a la gente que se apropie del humedal y lo defienda “con uñas y dientes”. Repito, es una verdadera joyita en una ciudad tan afectada ambientalmente como León.
Jaime dijo que hace falta un programa de manejo, construir andadores de madera y láminas de información (un sendero educativo). Pareciera que el lugar esta descuidado al propósito,
remató. En el Estudio Técnico Justificativo, ETJ para aprobar el Parque Metropolitano como ANP, Los Cárcamos estaba considerado. A la hora del decreto quedó fuera sospechosamente cuando todos los estudios hídricos desde 1900 indican que es parte de la microcuenca. Tiene un gran valor inmobiliario, sin embartgo sus servicios ambientales son mucho más valiosos y productivos.
Y hablando de congruencia el segundo día de nuestra estancia las autoridades estatales de León alertaron de la crisis hídrica que vive León y el estado en general (en una escala de 5 Guanajuato fue calificado por el World Resources Institute, WRI con 4.9) y sostuvieron que es imperativo y única solución la construcción de la presa el Zapotillo inundando tres poblaciones contra el deseo de sus habitantes, pero permiten que el único humedal de la ciudad que evita las inundaciones en la zona sea destruido por un proyecto que beneficia a una empresa propiedad del cuñado de Carlos Salinas de Gortari.
Un día antes en una reunión en CdMx con AMLO, los gobernadores de los estados involucrados en la construcción de la presa, Jalisco y Guanajuato, y los grupos de vecinos y activistas que se oponen al proyecto, el jefe del ejecutivo dijo que sin consenso no se construirá la presa. No hay un plan B por parte de los gobernantes.
Los opositores si lo presentaron: revisar los títulos de concesión de pozos de agua y su uso, checar y mejorar los puntos de captación pluvial, mejor recolecta de basura en la ciudad que tapa los pozos de captación, checar el cambio de uso de suelo, reforestar, permitir la recarga de los mantos acuíferos, conservar y sanear (que no embellecer, como propone la empresa constructora MRP) los cuerpos de agua como Los Cárcamos. Es la única posibilidad para una ciudad como León que se muere de sed y calor en medio de una jungla de concreto.
Tuvimos después reuniones y apariciones en diversos medios electrónicos y masivos (Televisa, la influyente plataforma electrónica PopLab del periodista Arnoldo Cuellar), etc. Una
conferencia sobre el problema de los humedales en la ciudad, en el Instituto Politécnico Nacional, IPN campus León ante alumnos de esa institución. Comidas, cenas, desayunos con los miembros de la Plataforma que para estas alturas se habían vuelto entrañables seres que con congruencia y ética, donan su tiempo y esfuerzo por algo en lo que creen firmemente: dejar un mejor mundo a las siguientes generaciones.
Nos llevamos en el corazón la tenacidad y el valor de Gustavo; la creatividad, activismo, congruencia, amor, amistad, valentía, lucha sin tregua de Celia, Fer, Ivette, Javier, Carlos e Itzel, Estela, y no sé si olvido a alguien. Gente como ustedes nos obliga a creer en que nuestro esfuerzo por defender el medio ambiente bien vale la pena.
