La industria consideró que la cuota del IEPS a las bebidas saborizadas, que se propone aumente de 1.17 pesos a 1.2705 por litro el año próximo, es un “impuesto a los pobres”.
Estudios presentados por reconocidas instituciones académicas indican que 57% de lo recaudado desde 2014, cuando se implementó el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a las bebidas azucaradas, lo ha pagado la población de menos recursos, asegura la Industria Mexicana de Bebidas (ANPRAC), que representa a empresas como Arca Continental, Coca-Cola Femsa, Consorcio Aga y GEPP, el grupo embotellador de marcas como Gatorade, Lipton, 7up y PepsiCo en México.
En el Paquete Económico 2020 presentado el domingo por el secretario de Hacienda se plantea que la cuota del IEPS a bebidas saborizadas cambie su mecánica de actualización por inflación a forma anual y se exprese hasta el diezmilésimo. Así, calcula que con base en una estimación de inflación de 3.6% para el 2019, a partir del 1 de enero de 2020 la cuota aplicable sería de 1.2705 por litro.
“El impuesto ha sido ineficaz pues no ha cumplido con su objetivo de cambiar hábitos ni de disminuir el consumo. Vale la pena enfatizar que, hasta ahora, no se tiene claridad de cuál ha sido el destino de los recursos recaudados gracias a esta medida impositiva”, señala en un comunicado.
Asegura que de acuerdo con la OMS, la causa fundamental del sobrepeso es un desequilibrio entre las calorías consumidas y las gastadas, y de acuerdo con el INEGI 58% de los mexicanos no hace actividad física.
Según la FAO, los mexicanos consumen a diario en promedio más de tres mil calorías, 50% más de la recomendación de la OMS y los refrescos, asegura la industria, representan sólo entre 5 por ciento y 6 por ciento de las calorías. (EL SOL DE MÉXICO)