El presidente soviético Nikita Krushev golpeó la mesa con un zapato. El líder palestino Yaser Arafat se presentó con una rama de olivo y una pistola. El gobernante venezolano Hugo Chávez dijo que el estrado olía a azufre después de que interviniera el entonces presidente estadounidense George Bush. Este jueves, el mandatario salvadoreño Nayib Bukele, se tomó una selfie antes de pronunciar su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Con el teléfono en su mano, sin corbata, con un pañuelo de color rojo intenso en el bolsillo de la chaqueta desabrochada, Bukele eligió el encuadre con el logo de la ONU al fondo, sonrió y disparó la foto.
«Estar aquí ante ustedes en esta Asamblea General número 74 es un privilegio y un honor que quise compartir con el mundo (…) Espero que haya salido bien», dijo en sus primeras palabras a la audiencia después de dejar de sonreír a la pantalla del teléfono para dar paso a su discurso.
“Créanme, muchas más personas verán esa selfie que las que escucharán este discurso”, dijo Bukele. Y efectivamente, tras finalizar sus palabras tuiteó la foto y pasó poco tiempo para que comenzara a recibir una lluvia de ‘likes’ y a ser retuiteada.
Bukele, un fanático de las redes sociales, no se quedó con la mera anécdota del autorretrato. Su intervención puso el foco en una crítica hacia la organización.
«El nuevo mundo ya no está en esta Asamblea General, sino en el lugar a donde irá esta foto, a la red más grande del mundo, donde miles de millones de personas están conectadas prácticamente todo el tiempo y casi en todas las facetas de la vida», apuntó.
Para ir después aún más allá al afirmar: «Aunque no lo queramos aceptar, la red cada día se vuelve más el mundo real y este formato de asamblea se vuelve cada vez más obsoleto».
“Hemos oído muchas buenas ideas, muchos discursos interesantes, pero realmente, la forma en que venimos hablando aquí no ha cambiado desde hace 74 años. El mundo ha cambiado, y la Asamblea General continúa siendo la misma”.
Bukele, de 38 años, planteó que pronto no será necesario el gasto que representa organizar la sesión sino que todo será por vía telemática y con participación ciudadana.
«Es hora de que seamos más inclusivos» y de «buscar un formato (de Asamblea General) que invite a participar a la masa colectiva de todos los países del mundo», subrayó el presidente salvadoreño.
Si no se adapta a los nuevos tiempos, dijo el mandatario, la ONU puede correr la misma suerte que Kodak, BlockBuster, los dinosaurios o los Teen Choice Awards.
«Todos los discursos de los jefes de Estado de esta asamblea durante toda esta semana tienen menos impacto que el video de un youtuber famoso», se lamentó Bukele.
Su esposa Gabriela Rodríguez lo escuchaba en la sala sosteniendo a su hija Layla en brazos.
Durante su discurso prácticamente no hizo referencia a su país y luego explicó a los periodistas que el tema ya lo había hablado en otros foros y que en la ONU no resolverán los problemas de El Salvador.
“Qué papel debería venir a jugar? ¿Venirles a pintar el cuento, como hacían los otros presidentes, de pintar un Salvador que no existía? ‘Hemos combatido la pobreza y la desigualdad y hemos crecido tanto y la gente está bien y la salud y la educación está excelente’. Yo recuerdo que a todos nos daba cólera ver a los presidentes venir a mentir”, dijo Bukele. “Yo dije por qué no mejor ponemos a El Salvador como una voz de cambio en el mundo”.
Bukele vive con un teléfono en la mano y las selfies en actividades oficiales no son nada nuevo. También se los toma cuando se reúne con funcionarios de otros países. De hecho, su primer gesto como presidente electo, tras confirmarse su victoria, fue tomarse una selfie antes de hablar a sus partidarios en un hotel.
Durante la campaña presidencial no fue a un debate y en cambio hizo una transmisión en vivo por Facebook y tuvo más audiencia que el debate, que fue trasmitido por varios canales de televisión y radios del país.
Días antes en una reunión con el presidente estadounidense, Donald Trump, dijo que ambos son simpáticos y ‘cool’, que usan mucho Twitter y que se llevan bien.
Fuente: Univisión