Las conmemoraciones del estallido de la Segunda Guerra Mundial 80 años atrás con la invasión de Polonia por parte del Tercer Reich reunieron ayer en Varsovia a delegaciones de 40 países y transcurrieron en medio de solemnes evocaciones y homenajes a millones de víctimas y combatientes.
Pero la presencia del presidente alemán Frank-Walter Steinmeier y de la canciller Angela Merkel, y sobre todo su mensaje de reconocimiento de los crímenes y la petición de perdón, fueron la nota retumbante que dejó en un paréntesis la ausencia del presidente estadounidense Donald Trump, que canceló su asistencia en el último momento.
Brilló por su ausencia la delegación de Rusia, cuyo presidente, Vladímir Putin, ha rectificado recientemente su anterior condena de la invasión soviética de Polonia, producida 16 días después de la alemana y del consiguiente reparto de Polonia en virtud del pacto Hitler-Stalin. El régimen ruso regresa hoy al relato oficial soviético de la época comunista que silenciaba el pacto, el ataque soviético a Polonia y consideraba que la Segunda Guerra Mundial no había comenzado en 1939 sino dos años más tarde con el ataque de la Alemania nazi a la Unión Soviética en junio de 1942.
“No olvidaremos jamás los crímenes alemanes y asumimos la responsabilidad por ellos”, afirmó Steinmeier. “Bajo la cabeza ante las víctimas de la tiranía alemanay pido perdón”, continuó luego, combinando el alemán y el polaco. Sus palabras arrancaron un agradecido reconocimiento por parte del presidente polaco Andrzej Duda.
Steinmeier repitió casi lo mismo siete horas más tarde durante la ceremonia en la plaza central en Varsovia en presencia de 40 delegaciones extranjeras, incluido el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, y la canciller alemana Angela Merkel.
“No hay otro lugar en Europa donde me resulte más difícil hablar en alemán”, dijo. “Estoy aquí humilde y descalzo ente el pueblo polaco y pido perdón –añadió–. Cargo con un enorme peso histórico pero también llevo el espíritu de reconciliación que recibimos de Polonia. No olvidaremos nunca las heridas y sufrimientos que los alemanes infligimos a los polacos. Jamás”.
El presidente alemán quiso comprometer a Alemania con la consolidación da una Europa más segura, unida y basada en la libertad y el derecho , que “no debe jamás conocer más nacionalismos de unos pueblos que se consideren superiores a otros”.
“Humilde y descalzo ante el pueblo polaco pido perdón”, dijo Steinmeier
Los máximos representantes del régimen nacionalista polaco, siempre celoso de destacar el papel de Polonia como víctima de agresiones ajenas, se mostraron visiblemente satisfechos con las palabras del presidente de Alemania.
El jefe de Gobierno Mateusz Morawiecki, que asistió a las conmemoraciones en la ciudad de Gdansk acompañado por el vicepresidente de la Comisión Europea Frans Timmermans, mencionó el tema de las reparaciones de guerra a las que el régimen polaco había venido aludiendo en los últimos años para despertar sentimientos nacionalistas y antialemanes entre los polacos. Morawiecki se abstuvo, sin embargo, de usar la palabra “reparaciones”, seguramente porque Polonia dificilmente puede hoy reclamarlas a Alemania habiendo renunciado a ellas en 1953. Así que habló de “compensaciones por las enormes pérdidas materiales y espirituales” que Polonia sufrió. El presidente polaco Andrzej Duda prefirió recordar que hoy la solidaridad de la Europa democrática y unida en la defensa de las libertades, que no estuvo en 1939 para enfrentar el totalitarismo nazi, debe detener las ambiciones imperiales de Rusia.
Duda advirtió sobre las prácticas de Rusia con agresiones armadas y desplazamientos de fronteras, como se vio en Georgia (2008) y Ucrania (2014). “Cerrar los ojos –dijo– no es una receta para preservar la paz sino para envalentonar al agresor”. El régimen polaco quedó decepcionado ante la ausencia de Trump, a quien la derecha nacionalista mira con simpatía y considera la alianza militar con EE.UU. como un contrapeso a la Europa unida. Sus esperanzas de que Donald Trump anunciara en Varsovia la abolición de visados para los polacos y firmara un convenio militar se vieron frustradas. Trump canceló el viaje a última hora aludiendo la necesidad de atender al peligro del huracán Doria.
Pence reiteró el compromiso “eterno” con Polonia “patria de los héroes” y a los aliados europeos de la OTAn les reprochó que no gastaran suficiente en defensa.
Fuente: La Vanguardia