«Hay claramente una epidemia que ruega por una respuesta urgente», escribió el doctor David Christiani de la Escuela de Salud Pública de Harvard «T.H. Chan» en un editorial publicado ayer por la tarde en The New England Journal of Medicine.
El editorial llama a los médicos a desalentar a sus pacientes de utilizar cigarrillos electrónicos, y a realizar un esfuerzo más amplio para aumentar la atención pública sobre los «dañinos efectos del ‘vapeo'». Funcionarios de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades replicaron el llamado.
El primer caso de la misteriosa enfermedad pulmonar, en Illinois, se produjo en abril, lo que indica que el síndrome surgió antes de la fecha de mediados de junio que los funcionarios federales citan frecuentemente como el momento en el que comenzaron las aflicciones.
El artículo en The New England Journal of Medicine describe detalles de 53 pacientes de Illinois y Wisconsin. Los pacientes generalmente eran «sanos, jóvenes, con una edad promedio de 19 años, y la mayoría hombres», dijo la doctora Jennifer Layden, directora médica y epidemióloga para el Departamento de Salud Pública de Illinois.
La especialista precisó que el 98 por ciento fue hospitalizado, la mitad requirió ingreso a la unidad de cuidados intensivos y un tercio necesitó de respiración artificial. La mayoría, agregó Layden, vaporizó un producto que incluía THC, el químico de alta estimulación en la mariguana, pero una mayoría también utilizaba un «producto a base de nicotina», haciendo notar que había «una amplia gama de productos y dispositivos».
Lo que parecían como unos pocos casos dispersos a mediados de junio se ha convertido en un susto de salud pública generalizado, dejando a algunos adolescentes y adultos sanos gravemente enfermos.